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Una Vez Enfriado
Blake Pierce


Un Misterio de Riley Paige #8
ВЎUna obra maestra del gГ©nero de thriller y misterio! El autor hizo un buen trabajo desarrollando a los personajes psicolГіgicamente. Los describe tan bien que sientes que estГЎs en sus mentes, sientes sus temores y te alegras por sus Г©xitos. La trama es muy inteligente y el libro te mantendrГЎ entretenido de principio a fin. Este libro te mantendrГЎ pasando pГЎginas hasta bien entrada la noche debido a sus giros inesperados. Opiniones de libros y pelГ­culas, Roberto Mattos (Una vez desaparecido) UNA VEZ ENFRIADO es el libro #8 de la serie exitosa de misterio de Riley Paige, que comienza con UNA VEZ DESAPARECIDO (Libro #1), ВЎuna descarga gratuita con mГЎs de 900 opiniones de cinco estrellas! Hay un caso sin resolver que ha atormentado a la agente especial Riley Paige durante toda su carrera, permaneciendo en los rincones de su mente, obligГЎndola a volver a Г©l una y otra vez. Finalmente ha logrado sacarse de su mente el Гєnico caso que jamГЎs ha resuelto. Hasta que recibe una llamada de la madre de la vГ­ctima asesinada. Eso anima a Riley a enfrentar el caso una vez mГЎs y no darse por vencida hasta encontrar respuestas. Sin embargo, Riley apenas tiene tiempo para respirar cuando recibe una pista de otro caso enfriado, uno que la afecta aГєn mГЎs, si es posible. Es una pista que promete resolver el caso del asesinato de su propia madre. Y viene de Shane Hatcher. Un thriller psicolГіgico oscuro con suspenso emocionante, UNA VEZ ENFRIADO es el libro #8 de una nueva serie fascinante, con un nuevo personaje querido, que te dejarГЎ pasando pГЎginas hasta bien entrada la noche. El Libro #9 de la serie de Riley Paige estarГЎ disponible pronto.







U N A V E Z E N F R I A D O



(UN MISTERIO DE RILEY PAIGE—LIBRO 8)



B L A K E P I E R C E


Blake Pierce



Blake Pierce es el autor de la serie exitosa de misterio RILEY PAIGE que cuenta con trece libros hasta los momentos. Blake Pierce tambiГ©n es el autor de la serie de misterio de MACKENZIE WHITE (que cuenta con nueve libros), de la serie de misterio de AVERY BLACK (que cuenta con seis libros), de la serie de misterio de KERI LOCKE (que cuenta con cinco libros), de la serie de misterio LAS VIVENCIAS DE RILEY PAIGE (que cuenta con tres libros), de la serie de misterio de KATE WISE (que cuenta con dos libros), de la serie de misterio psicolГіgico de CHLOE FINE (que cuenta con dos libros) y de la serie de misterio psicolГіgico de JESSE HUNT (que cuenta con tres libros).

Blake Pierce es un ГЎvido lector y fan de toda la vida de los gГ©neros de misterio y los thriller. A Blake le encanta comunicarse con sus lectores, asГ­ que por favor no dudes en visitar su sitio web www.blakepierceauthor.com (http://www.blakepierceauthor.com) para saber mГЎs y mantenerte en contacto.



Derechos de autor В© 2017 por Blake Pierce. Todos los derechos reservados. Todos los derechos reservados. Excepto segГєn lo permitido bajo la Ley de Derechos de Autor de Estados Unidos de 1976, ninguna parte de esta publicaciГіn podrГЎ ser reproducida, distribuida, transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, o almacenada en una base de datos o sistema de recuperaciГіn, sin el permiso previo del autor. Este libro electrГіnico estГЎ disponible solo para tu disfrute personal. Este libro electrГіnico no puede ser revendido o dado a otras personas. Si te gustarГ­a compartir este libro con otra persona, por favor compra una copia adicional para cada destinatario. Si estГЎs leyendo este libro y no lo compraste, o no fue comprado solo para tu uso, por favor regrГ©salo y compra tu propia copia. Gracias por respetar el trabajo arduo de este autor. Esta es una obra de ficciГіn. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, eventos e incidentes son productos de la imaginaciГіn del autor o se emplean como ficciГіn. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, es totalmente coincidente. Derechos de autor de la imagen de la cubierta son de GongTo, utilizada bajo licencia de Shutterstock.com.


LIBROS ESCRITOS POR BLAKE PIERCE



SERIE DE MISTERIO PSICOLГ“GICO DE SUSPENSO DE JESSE HUNT

LA ESPOSA PERFECTA (Libro #1)

LA CALLE PERFECTA (Libro #2)

LA CASA PERFECTA (Libro #3)



SERIE DE MISTERIO PSICOLГ“GICO DE SUSPENSO DE CHLOE FINE

Al LADO (Libro #1)

LA MENTIRA DEL VECINO (Libro #2)

CALLEJГ“N SIN SALIDA (Libro #3)



SERIE DE MISTERIO DE KATE WISE

SI ELLA SUPIERA (Libro #1)

SI ELLA VIERA (Libro #2)



SERIE LAS VIVENCIAS DE RILEY PAIGE

VIGILANDO (Libro #1)

ESPERANDO (Libro #2)

ATRAYENDO (Libro #3)



SERIE DE MISTERIO DE RILEY PAIGE

UNA VEZ DESAPARECIDO (Libro #1)

UNA VEZ TOMADO (Libro #2)

UNA VEZ ANHELADO (Libro #3)

UNA VEZ ATRAГЌDO (Libro #4)

UNA VEZ CAZADO (Libro #5)

UNA VEZ CONSUMIDO (Libro #6)

UNA VEZ ABANDONADO (Libro #7)

UNA VEZ ENFRIADO (Libro #8)

UNA VEZ ACECHADO (Libro #9)

UNA VEZ PERDIDO (Libro #10)

UNA VEZ ENTERRADO (Libro #11)

UNA VEZ ATADO (Libro #12)

UNA VEZ ATRAPADO (Libro #13)

UNA VEZ LATENTE (Libro #14)



SERIE DE MISTERIO DE MACKENZIE WHITE

ANTES DE QUE ASESINE (Libro #1)

ANTES DE QUE VEA (Libro #2)

ANTES DE QUE DESEE (Libro #3)

ANTES DE QUE ARREBATE (Libro #4)

ANTES DE QUE NECESITE (Libro #5)

ANTES DE QUE SIENTA (Libro #6)

ANTES DE QUE PEQUE (Libro #7)

ANTES DE QUE CACE (Libro #8)

ANTES DE QUE SE APROVECHE (Libro #9)

ANTES DE QUE ANHELE (Libro #10)

ANTES DE QUE SE DESCUIDE (Libro #11)



SERIE DE MISTERIO DE AVERY BLACK

UNA RAZГ“N PARA MATAR (Libro #1)

UNA RAZГ“N PARA HUIR (Libro #2)

UNA RAZГ“N PARA ESCONDERSE (Libro #3)

UNA RAZГ“N PARA TEMER (Libro #4)

UNA RAZГ“N PARA RESCATAR (Libro #5)

UNA RAZГ“N PARA ATERRARSE (Libro #6)



SERIE DE MISTERIO DE KERI LOCKE

UN RASTRO DE MUERTE (Libro #1)

UN RASTRO DE ASESINATO (Libro #2)

UN RASTRO DE VICIO (Libro #3)

UN RASTRO DE CRIMEN (Libro #4)

UN RASTRO DE ESPERANZA (Libro #5)


CONTENIDO



PRГ“LOGO (#u5611dca2-c6aa-452f-8bd9-1d63e684e69b)

CAPГЌTULO UNO (#ua4519bf4-f2ae-59ca-b6d4-8f5a30814d2f)

CAPГЌTULO DOS (#u8d27b4a1-9dd5-53dd-a750-c7aecfa508fb)

CAPГЌTULO TRES (#u2c7c6b8d-c9d5-586a-a7f0-7c093b71440b)

CAPГЌTULO CUATRO (#u5d2a16b6-f647-5053-8375-85d00a465244)

CAPГЌTULO CINCO (#u21742f4f-9ba8-5d10-ae61-b130ef1b36bb)

CAPГЌTULO SEIS (#u32e75965-49f7-5518-94a6-99a0cc686f03)

CAPГЌTULO SIETE (#u3c3363bc-07ea-5407-9eb3-858e79f85c6d)

CAPГЌTULO OCHO (#u34b27be6-0b36-500c-b880-c29760822004)

CAPГЌTULO NUEVE (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO DIEZ (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO ONCE (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO DOCE (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO TRECE (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO CATORCE (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO QUINCE (#litres_trial_promo)

CAPÍTULO DIECISÉIS (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO DIECISIETE (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO DIECIOCHO (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO DIECINUEVE (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO VEINTE (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO VEINTIUNO (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO VEINTIDГ“S (#litres_trial_promo)

CAPÍTULO VEINTITRÉS (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO VEINTICUATRO (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO VEINTICINCO (#litres_trial_promo)

CAPÍTULO VEINTESÉIS (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO VEINTESIETE (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO VEINTIOCHO (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO VEINTINUEVE (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO TREINTA (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO TREINTA Y UNO (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO TREINTA Y DOS (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO TREINTA Y TRES (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO TREINTA Y CUATRO (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO TREINTA Y CINCO (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO TREINTA Y SEIS (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO TREINTA Y SIETE (#litres_trial_promo)

CAPITULO TREINTA Y OCHO (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO TREINTA Y NUEVE (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO CUARENTA (#litres_trial_promo)

CAPГЌTULO CUARENTA Y UNO (#litres_trial_promo)








PRГ“LOGO


El hombre entrГі en el Bar Patom y se encontrГі rodeado por una espesa nube de humo de cigarrillo. Todo estaba tenue, una vieja canciГіn de heavy metal sonaba por los altavoces y ya se estaba sintiendo impaciente.

El lugar estaba demasiado caliente, demasiado abarrotado de gente. Se estremeciГі cuando oyГі una risita a su lado. Se dio la vuelta para ver un juego de dardos que estaba siendo jugado por cinco borrachos. Junto a ellos unas personas estaban jugando billar americano. Entre mГЎs pronto saliera de allГ­, mejor.

MirГі alrededor de la sala por solo unos segundos antes de que sus ojos se iluminaron ante una mujer joven sentada en el bar.

TenГ­a un rostro lindo y llevaba el pelo corto. Estaba demasiado bien vestida para ese tipo de lugar.

“Es perfecta”, pensó el hombre.

Se acercГі al bar, se sentГі en el taburete junto a ella y sonriГі.

“¿Cuál es tu nombre?”, preguntó.

Se dio cuenta de que no podГ­a oГ­r su propia voz por encima del ruido general.

Ella lo mirГі, le devolviГі la sonrisa, seГ±alГі a sus oГ­dos y negГі con la cabeza.

RepitiГі la pregunta mГЎs fuerte, moviendo los labios de una manera exagerada.

Ella se inclinó hacia él. Casi gritando, dijo: “Tilda. ¿Cuál es el tuyo?”.

“Michael”, dijo no tan alto.

Obviamente no era su verdadero nombre, pero eso ni siquiera importaba. Dudaba de que podГ­a escucharlo. No parecГ­a importarle.

Miró su bebida, que estaba casi vacía. Parecía una margarita. Miró el vaso y dijo en una voz muy alta: “¿Quieres otra?”.

Sin dejar de sonreГ­r, la mujer llamada Tilda negГі con la cabeza.

Pero ella no estaba tratando de sacГЎrselo de encima. Estaba seguro de ello. ВїEra el momento para un movimiento audaz?

AlcanzГі una servilleta de papel y sacГі un bolГ­grafo del bolsillo de su camisa.

EscribiГі sobre la servilleta de papel...



“¿Quieres ir a otro lugar?”.



La mujer mirГі el mensaje y su sonrisa se ensanchГі. VacilГі por un momento, pero Г©l se dio cuenta de que ella estaba buscando un buen rato. Y parecГ­a estar satisfecha de haberlo encontrado.

Para su deleite, ella asintiГі.

Antes de irse, cogiГі una caja de fГіsforos con el nombre del bar.

La necesitarГ­a mГЎs adelante.

La ayudГі a ponerse el abrigo y salieron a la calle. El aire fresco de primavera y el silencio repentino era sorprendente despuГ©s de todo el ruido y el calor de adentro.

“Guau”, dijo mientras caminaba con él. “Casi quedó sorda allí”.

“Supongo que no pasas mucho rato ahí”, dijo.

“No”, dijo ella.

No dio mГЎs detalles, pero estaba seguro de que esta era su primera vez en el Bar Patom.

“Yo tampoco”, dijo. “Tremendo bar de mala muerte”.

“No tienes que decirlo dos veces”.

“Tremendo bar de mala muerte”, dijo.

Ambos se echaron a reГ­r.

“Ese es mi auto”, dijo, señalando. “¿Adónde te gustaría ir?”.

Ella vacilГі de nuevo.

Luego, con un brillo pícaro en los ojos, dijo: “Sorpréndeme”.

Ahora sabГ­a que su suposiciГіn anterior habГ­a sido acertada. Realmente habГ­a venido aquГ­ en busca de un buen rato.

Bueno, pero Г©l tambiГ©n.

AbriГі la puerta del copiloto de su auto, y ella entrГі. Г‰l se puso al volante y comenzГі a conducir.

“¿Adónde vamos?”, preguntó.

Con una sonrisa y un guiño, respondió: “Me dijiste que te sorprendiera”.

Se echГі a reГ­r. Su risa sonaba nerviosa, pero contenta.

“Supongo que vives aquí en Greybull”, dijo.

“Aquí nací y aquí me criaron”, dijo. “No creo haberte visto antes. ¿Vives por aquí?”.

“No muy lejos”, dijo.

Se echГі a reГ­r de nuevo.

“¿Qué te trae a este pueblito aburrido?”.

“Negocios”.

Ella lo mirГі con una expresiГіn de curiosidad, pero no le preguntГі mГЎs nada al respecto. Al parecer no estaba muy interesada en conocerlo bien. Eso se adecuaba muy bien a sus propГіsitos.

Se detuvo en el estacionamiento de un motel sГіrdido llamado Motel Maberly. Se estacionГі en frente a la habitaciГіn 34.

“Ya alquilé esta habitación”, dijo.

Ella no dijo nada.

Luego, después de un breve silencio, preguntó: “¿Estás de acuerdo?”.

Ella asintiГі con cierto nerviosismo.

Entraron en la habitaciГіn juntos. MirГі a su alrededor. La habitaciГіn hedГ­a a rancio, y las paredes estaban decoradas con pinturas feas.

Se acercГі a la cama y apretГі su mano contra el colchГіn, comprobando su firmeza.

ВїEstaba disgustada con la habitaciГіn?

No estaba seguro.

El gesto lo hizo enojar, y mucho.

No sabГ­a por quГ©, pero algo dentro de Г©l se quebrantГі.

Normalmente no harГ­a nada hasta tenerla desnuda en la cama. Pero no podГ­a aguantarse.

Cuando se dio la vuelta para dirigirse al baГ±o, le cerrГі el paso.

Sus ojos se abrieron, se veГ­a alarmada.

Antes de que pudiera reaccionar, la empujГі sobre la cama.

ComenzГі a retorcerse, pero Г©l era mucho mГЎs fuerte que ella.

Ella tratГі de gritar, pero Г©l agarrГі una almohada y la puso sobre su rostro.

Г‰l sabГ­a que todo terminarГ­a pronto.




CAPГЌTULO UNO


De repente, las luces se encendieron en la sala de conferencias, y los ojos de la agente Lucy Vargas comenzaron a arderle.

Los estudiantes sentados a su alrededor empezaron a murmurar en voz baja. Lucy habГ­a estado muy centrada en el ejercicio de imaginar un asesinato real desde el punto de vista del asesino, y se le hizo difГ­cil volver a la realidad.

“OK, vamos a hablar de lo que vieron”, dijo la instructora.

La instructora no era otra que la mentora de Lucy, la agente especial Riley Paige.

Lucy en realidad no era una estudiante de la clase, que era para los cadetes de la Academia del FBI. Solo habГ­a venido a escuchar, como lo hacГ­a de vez en cuando. TodavГ­a era bastante nueva en la UAC, y le parecГ­a que Riley Paige era una fuente de inspiraciГіn e informaciГіn ilimitada. Tomaba cada oportunidad que podГ­a de aprender de ella, y tambiГ©n de trabajar con ella.

La agente Paige les había dado a los estudiantes los detalles de un caso de asesinato que se había enfriado hace unos veinticinco años. Tres mujeres jóvenes fueron asesinadas en el centro de Virginia. El asesino fue apodado el �Asesino de la caja de fósforos’ porque dejó cajas de fósforos junto con los cuerpos de las víctimas. Las cajas de fósforos eran de bares cerca de Richmond. También dejó servilletas impresas con los nombres de los moteles donde las mujeres fueron asesinadas. A pesar de ello, la investigación de esos lugares no había llevado a nada.

La agente Paige les habГ­a dicho a los estudiantes que usaran su imaginaciГіn para recrear uno de los asesinatos.

“Denle rienda suelta a su imaginación”, les había dicho la agente Paige antes de empezar. “Visualicen muchos detalles. No se preocupen por tratar de averiguarlo todo. Pero traten de acertar el panorama general, el ambiente, el estado de ánimo, el escenario”.

Luego habГ­a apagado las luces por diez minutos.

Ahora que las luces estaban encendidas de nuevo, la agente Paige se paseaba frente a la sala de conferencias.

Ella dijo: “En primer lugar, háblenme un poco del Bar Patom. ¿Cómo era?”.

Alguien subiГі la mano en medio de la sala. La agente Paige le pidiГі al alumno que hablara.

“El lugar no era elegante, pero estaba tratando de parecer más elegante de lo que era”, dijo. “Mesas cerradas con poca luz a lo largo de las paredes. Algún tipo de acolchado blando en todas partes, gamuza, tal vez”.

Lucy se sintiГі desconcertada. No se habГ­a imaginado al bar asГ­.

La agente Paige sonriГі un poco. No le dijo al estudiante si habГ­a acertado o no.

“¿Algo más?”, preguntó la agente Paige.

“Había música bajita”, dijo otro estudiante. “Jazz, tal vez”.

Pero Lucy recordГі que se habГ­a imaginado el estruendo de mГєsica rock de los aГ±os 70 y 80.

ВїSerГЎ que se habГ­a equivocado?

“¿Y el Motel Maberly?”, preguntó la agente Paige. “¿Cómo era?”.

Una estudiante levantГі la mano y la agente Paige la escogiГі.

“Un poco pintoresco y parecido a otros moteles de su tipo”, dijo la joven. “Y bastante viejo. Data de antes de la mayoría de las franquicias de moteles comerciales”.

Otro estudiante tomГі la palabra.

“Pienso igual”.

Otros estudiantes expresaron su acuerdo.

Una vez mГЎs, a Lucy le llamГі la atenciГіn lo diferente que se habГ­a imaginado el lugar.

La agente Paige sonriГі un poco.

“¿Cuántos de ustedes comparten estas impresiones generales, tanto del bar como del motel?”.

La mayorГ­a de los estudiantes levantaron la mano.

Lucy estaba empezando a sentirse un poco incГіmoda ahora.

“Traten de acertar el panorama general”, les había dicho la agente Paige.

ВїSe habГ­a equivocado por completo?

ВїTodos los miembros de la clase habГ­an acertado excepto ella?

Luego la agente Paige colocГі algunas imГЎgenes en la pantalla en frente de la clase.

Primero colocГі un grupo de fotografГ­as del Bar Patom, una foto tomada de noche desde el exterior que mostraba un letrero de neГіn en la ventana, y otras fotos de su interior.

“Este es el bar”, dijo la agente Paige. “O al menos así fue en la época de los asesinatos. No estoy segura de cómo se ve ahora, o siquiera si aún existe”.

Lucy se sintiГі aliviada. Se parecГ­a mucho a como ella lo habГ­a imaginado, un bar de mala muerte con paredes con paneles baratos y tapicerГ­a de cuero artificial. Incluso habГ­a un par de mesas de billar y una diana, justo como habГ­a supuesto. En las fotos se veГ­a una espesa nube de humo de cigarrillo.

Los estudiantes jadearon de lo sorprendidos que estaban.

“Ahora vamos a echarle un vistazo al Motel Maberly”, dijo la agente Paige.

MГЎs fotos aparecieron. El motel se veГ­a igual de sГіrdido como Lucy lo habГ­a imaginado, no muy viejo, pero en muy mal estado.

La agente Paige rio un poco.

“Algo no cuadra aquí”, dijo.

Todos los estudiantes se echaron a reГ­r nerviosamente.

“¿Por qué visualizaron los lugares de esa forma?”, preguntó la agente Paige.

Ella llamГі a una joven que levantГі la mano.

“Bueno, nos dijo que el asesino se le acercó a la víctima en un bar”, dijo. “Para mí, eso me suena como un �bar para solteros’. De esos que son un poco cursi, pero que al menos intentan verse elegantes. Simplemente no se me vino a la mente un bar de mala muerte de clase trabajadora”.

Otro estudiante dijo: “Lo mismo con el motel. ¿El asesino no la llevaría a un lugar más bonito, aunque solo para engañarla?”.

Lucy comenzГі a sonreГ­r.

“Ahora lo entiendo”, pensó.

La agente Paige notГі que ella estaba sonriendo y le devolviГі la sonrisa.

Ella dijo: “Agente Vargas, ¿dónde nos equivocamos?”.

Lucy dijo: “Todo el mundo olvidó tomar en cuenta la edad de la víctima. Tilda Steen solo tenía veinte años. Las mujeres que van a bares de solteros generalmente son mayores, treintañeras o de mediana edad, a menudo divorciadas. Es por eso que se imaginaron mal el bar”.

La agente Paige asintiГі con la cabeza.

“Continúa”, le dijo.

Lucy pensГі por un momento.

“Dijiste que la chica era de una familia de clase media bastante sólida de un pueblito ordinario. Juzgando por la imagen que nos mostraste anteriormente, ella era atractiva, y estoy casi segura que la invitaban a salir frecuentemente. Entonces, ¿por qué se dejó conquistar en un bar de mala muerte como el Patom? Para mí, estaba aburrida. Fue deliberadamente a un lugar que podría ser un poco peligroso”.

“Y se encontró con más peligro del que jamás se imaginó”, pensó Lucy.

Pero ella no dijo esa Гєltima parte en voz alta.

“¿Qué podemos aprender de lo que acaba de pasar?”, le preguntó la agente Paige a la clase.

Un estudiante levantó la mano y dijo: “Cuando estés reconstruyendo un crimen mentalmente, asegúrate de tomar en cuenta toda la información que tienes. No dejes nada por fuera”.

La agente Paige se veГ­a satisfecha.

“Así es”, dijo. “Un detective tiene que tener una imaginación muy viva, tiene que ser capaz de entrar en la mente de un asesino. Pero eso no es fácil. Pasar por alto un solo detalle puede hacerte perder el rastro. Eso puede hacer la diferencia entre resolver el caso y no resolverlo en absoluto”.

La agente Paige hizo una pausa, y luego añadió: “Y este caso jamás fue resuelto. No se sabe si jamás lo será. Después de veinticinco años, se ha enfriado bastante el rastro. Un hombre mató a tres mujeres jóvenes, y es bastante probable que aún esté por ahí, libre”.

La agente Paige dejГі que sus palabras surtieran efecto un momento.

“Eso es todo por hoy”, dijo. “Saben lo que tienen que leer para la próxima clase”.

Los estudiantes salieron de la sala de conferencias. Lucy decidiГі quedarse un rato para charlar con su mentora.

La agente Paige le sonrió y dijo: “Hiciste un buen trabajo”.

“Gracias”, dijo Lucy.

Estaba muy contenta. El mГЎs mГ­nimo elogio de Riley Paige significaba mucho para ella.

Luego la agente Paige dijo: “Pero ahora quiero que pruebes algo un poco más avanzado. Cierra tus ojos”.

Lucy lo hizo. En una voz baja y firme, la agente Paige le dio mГЎs detalles.

“Después de matar a Tilda Steen, el asesino la enterró en una tumba poco profunda. ¿Puedes describirme cómo sucedió eso?”.

Como lo hizo durante el ejercicio, Lucy tratГі de meterse en la mente del asesino.

“Dejó el cuerpo tendido en la cama, luego salió por la puerta de la habitación”, dijo Lucy en voz alta. “Inspeccionó sus alrededores cuidadosamente. No vio a nadie, así que llevó su cuerpo a su auto y lo tiró en el asiento trasero. Luego se dirigió a una zona boscosa, a un lugar que conocía bastante bien, pero que no quedaba muy cerca de la escena del crimen”.

“Continúa”, dijo la agente Paige.

Sus ojos todavГ­a cerrados, Lucy pudo sentir la frialdad metГіdica del asesino.

“Detuvo el auto en un sitio difícil de ver. Luego sacó una pala de su maletero”.

Lucy se sintiГі confundida por un momento.

Era de noche, asГ­ que ВїcГіmo habГ­a logrado el asesino adentrarse en el bosque?

No serГ­a fГЎcil llevar una linterna, una pala y un cadГЎver.

“¿Fue una noche de luna?”, preguntó Lucy.

“Sí”, dijo la agente Paige.

Lucy se sintiГі alentada.

“Cogió la pala con una mano y arrojó el cuerpo sobre su hombro con la otra. Caminó hacia el bosque. Siguió su camino hasta encontrar un lugar lejano”.

“¿Un lugar lejano?”, preguntó la Agente Paige, interrumpiendo el ensueño de Lucy.

“Definitivamente”, dijo Lucy.

“Abre tus ojos”.

Lucy lo hizo. La agente Paige estaba guardando todo en su maletГ­n para irse.

Ella dijo: “En realidad, el asesino llevó el cuerpo al bosque que quedaba al otro lado de la carretera. Solo adentró el cuerpo de Tilda unos pocos pies en el matorral. Fácilmente pudo haber visto las luces de los autos de la carretera, y probablemente utilizó la luz de un poste de luz para enterrar a Tilda. Y no la enterró muy bien, más bien la cubrió con más rocas que tierra. Un ciclista notó el hedor unos días más tarde y llamó a la policía. El cuerpo fue fácil de encontrar”.

Lucy estaba boquiabierta.

“¿Por qué no se esforzó más en ocultar el asesinato?”, preguntó. “No entiendo”.

Cerrando su maletГ­n, la agente Paige frunciГі el ceГ±o con pesar.

“Yo tampoco”, dijo. “Nadie lo entiende”.

La agente Paige cogiГі su maletГ­n y saliГі de la sala de conferencias.

Lucy detectГі amargura y decepciГіn en su caminar.

Aunque la agente Paige siempre emanaba aires de indiferencia, este caso enfriado definitivamente seguГ­a atormentГЎndola.




CAPГЌTULO DOS


Durante la cena de esa noche, Riley Paige no pudo sacarse al �Asesino de la caja de fósforos’ de su mente. Había usado ese caso enfriado como un ejemplo para su clase porque pronto recibiría una llamada respecto a él.

Riley tratГі de concentrarse en el delicioso estofado guatemalteco que Gabriela habГ­a preparado para ellos. Su ama de llaves y ayudante general era una cocinera maravillosa. Riley esperaba que Gabriela no se diera cuenta de que le estaba costando disfrutar de la cena de esta noche. Pero las chicas sГ­ se dieron cuenta, obviamente.

“¿Qué pasa, mamá?”, preguntó April, la hija de quince años de Riley.

“¿Te pasó algo?”, preguntó Jilly, la niña de trece años que Riley tenía la esperanza de adoptar.

Desde su asiento al otro lado de la mesa, Gabriela tambiГ©n contemplaba a Riley con preocupaciГіn.

Riley no sabía qué decir. La verdad era que sabía que sería recordada del �Asesino de la caja de fósforos mañana’, que recibiría la misma llamada que recibía todos los años. No tenía sentido tratar de sacarlo de su mente.

Pero a ella no le gustaba llevar su trabajo a casa. A veces, a pesar de todos sus esfuerzos, incluso habГ­a puesto a sus seres queridos en peligro.

“No es nada”, dijo ella.

Las cuatro comieron en silencio durante unos momentos.

April finalmente dijo: “Es papá, ¿verdad? Te molesta que no está en casa de nuevo esta tarde”.

La pregunta sorprendiГі a Riley. Las ausencias recientes de su esposo habГ­an estado preocupГЎndola Гєltimamente. Ella y Ryan se habГ­an esforzado mucho para tratar de reconciliarse, incluso despuГ©s de un divorcio doloroso. Ahora su progreso parecГ­a estar desmoronГЎndose, y Ryan habГ­a estado pasando mГЎs y mГЎs tiempo en su propia casa.

Pero la verdad era que no habГ­a estado pensando en Г©l en este momento.

ВїQuГ© decГ­a eso de ella?

ВїYa se sentГ­a indiferente a su relaciГіn casi fallida?

ВїSe habГ­a dado por vencida?

Sus tres compaГ±eras todavГ­a la estaban mirando, esperando que dijera algo.

“Es un caso”, dijo Riley. “Siempre me molesta durante esta época del año”.

Los ojos de Jilly se abrieron con entusiasmo.

“¡Cuéntanos sobre él!”, dijo.

Riley se preguntГі cuГЎnto le debГ­a decir a las niГ±as. No querГ­a describirle los detalles del asesinato a su familia.

“Es un caso sin resolver”, dijo. “Una serie de asesinatos que ni la policía local ni el FBI fueron capaces de resolver. Llevo años tratando de resolverlo”.

Jilly estaba que saltaba de su silla.

“¿Cómo lo vas a resolver?”.

La pregunta hiriГі a Riley un poco.

Obviamente no era la intenciГіn de Jilly ser hiriente, sino todo lo contrario. La chica estaba orgullosa de que su madre fuera una agente de la ley. Y todavГ­a pensaba que Riley era una especie de superhГ©roe que jamГЎs podrГ­a fallar.

Riley sofocГі un suspiro.

“Quizás es hora de decirle que no siempre atrapo a los malos”, pensó.

En vez, Riley simplemente dijo: “No sé”.

Esa era la verdad.

Pero habГ­a una cosa que Riley sГ­ sabГ­a.

El vigГ©simo quinto aniversario de la muerte de Tilda Steen era maГ±ana, y no serГ­a capaz de sacarlo de su mente en el corto plazo.

Riley se sintiГі aliviada cuando comenzaron a conversar de la cena deliciosa que Gabriela les habГ­a preparado. La mujer guatemalteca y las chicas empezaron a hablar en espaГ±ol, y a Riley le costГі seguir la conversaciГіn.

Pero eso estaba bien. April y Jilly estaban estudiando espaГ±ol, y April estaba comenzando a dominarlo. A Jilly todavГ­a le costaba el idioma, pero Gabriela y April la estaban ayudando.

Riley sonriГі mientras observaba y escuchaba.

“Jilly se ve bien”, pensó.

Ella era una niГ±a flaca de piel oscura, pero ya no quedaban rastros de esa niГ±a abandonada que Riley habГ­a rescatado de las calles de Phoenix hace unos meses. Estaba saludable, y parecГ­a estar adaptГЎndose bien a su nueva vida con Riley y su familia.

Y April estaba resultando ser una hermana mayor perfecta. Estaba recuperГЎndose bien de los traumas que habГ­a enfrentado.

A veces, cuando miraba a April, Riley sentГ­a que estaba mirГЎndose en un espejo, un espejo que mostraba su propio ser adolescente. April tenГ­a los ojos color avellana y el pelo oscuro de Riley, aunque obviamente no tenГ­a las canas que estaban empezando a cubrir el pelo de su madre.

Riley sintiГі un momento de tranquilidad.

“Tal vez estoy haciendo un buen trabajo como madre”, pensó.

Sin embargo, esa tranquilidad se desvaneciГі rГЎpidamente.

El misterioso �Asesino de la caja de fósforos’ seguía al acecho en su mente.



*



DespuГ©s de la cena, Riley subiГі a su habitaciГіn y oficina. Ella se sentГі en su computadora y respirГі profundamente, tratando de relajarse. Pero la tarea que le esperaba era un poco desconcertante.

ParecГ­a ridГ­culo que se estuviera sintiendo asГ­. DespuГ©s de todo, habГ­a cazado y luchado contra decenas de asesinos peligrosos a lo largo de los aГ±os. Su propia vida habГ­a sido amenazada mГЎs veces de las que podГ­a contar.

“Hablar con mi hermana no debería afectarme tanto”, pensó.

Pero no habГ­a visto a Wendy en... ВїCuГЎntos aГ±os habГ­an pasado?

La Гєltima vez que vio a su hermana fue de niГ±a. Sin embargo, Wendy se habГ­a comunicado con ella despuГ©s de la muerte de su padre. HabГ­an hablado por telГ©fono, analizando la posibilidad de reunirse en persona. Pero Wendy vivГ­a muy lejos en Des Moines, Iowa, y aГєn no habГ­an podido finiquitar todo. Finalmente habГ­an acordado hacer una videollamada a esta hora.

Para prepararse, Riley mirГі una foto enmarcada que estaba sobre su escritorio. La habГ­a encontrado entre las pertenencias de su padre despuГ©s de su muerte. Era una foto de Riley, Wendy y su madre. AllГ­ Riley tenГ­a unos cuatro aГ±os, y Wendy era una adolescente.

Las niГ±as y su madre se veГ­an felices.

Riley no recordaba cuГЎndo o dГіnde habГ­a sido tomada esa foto.

Y tampoco podГ­a recordar un momento en el que su familia habГ­a sido feliz.

Sus manos frГ­as y temblorosas, tecleГі la direcciГіn de video de Wendy.

La mujer que apareciГі en la pantalla podrГ­a haber sido una perfecta desconocida.

“Hola, Wendy”, dijo Riley con timidez.

“Hola”, respondió Wendy.

Se quedaron mirГЎndose en silencio durante unos momentos incГіmodos.

Riley sabГ­a que Wendy tenГ­a cincuenta aГ±os, era diez aГ±os mayor que ella. Se veГ­a bastante bien para su edad. Era un poco corpulenta y se veГ­a totalmente convencional. Su cabello no parecГ­a estar canoso como el de Riley. Pero Riley dudaba de que esa fuera su color natural.

Riley mirГі la foto y luego volviГі a mirar a Wendy. Su hermana se parecГ­a un poco a su madre. Riley sabГ­a que ella se parecГ­a mГЎs a su padre. No estaba muy orgullosa de la semejanza.

“Bueno”, dijo Wendy para romper el silencio. “¿Qué has hecho... estas últimas décadas?”.

Riley y Wendy se echaron a reГ­r. Incluso su risa se sentГ­a tensa e incГіmoda.

Wendy preguntó: “¿Estás casada?”.

Riley suspirГі en voz alta. ВїCГіmo podГ­a explicar lo que estaba pasando entre ella y Ryan cuando ni siquiera ella lo entendГ­a?

Dijo: “Bueno, como dicen los chicos estos días: �Es complicado’. Y realmente lo es”.

Se echaron a reГ­r nerviosamente de nuevo.

“¿Y tú?”, preguntó Riley.

Wendy parecГ­a estar empezando a relajarse un poco.

“Loren y yo estamos a punto de cumplir veinticinco años de matrimonio. Los dos somos farmacéuticos, y somos dueños de nuestra propia farmacia. Loren la heredó de su padre. Tenemos tres hijos. El menor, Barton, está en la universidad. Thora y Parish están casados ya. Supongo que Loren y yo somos unos padres típicos con sus hijos ya crecidos”.

Riley sintiГі una extraГ±a punzada de melancolГ­a.

La vida de Wendy no habГ­a sido nada como la de ella. De hecho, la vida de Wendy aparentemente habГ­a sido completamente normal.

Justo como lo habГ­a hecho con April durante la cena, volviГі a sentir ganas de mirarse en el espejo.

Excepto que este espejo no era el de su pasado.

Era el de una persona en la que alguna vez pudo haberse convertido, pero que ahora jamГЎs podrГ­a ser.

“¿Y tú?”, preguntó Wendy. “¿Tienes hijos?”.

Una vez mГЎs, Riley se sintiГі tentada a decir...

“Es complicado”.

En vez, dijo: “Dos. Tengo una de quince años, April. Y estoy en el proceso de adoptar a otra. Se llama Jilly y tiene trece años”.

“¡Adopción! Más personas deberían hacer eso. Bien por ti”.

Riley no sentГ­a que merecГ­a ser felicitada. QuizГЎs se sentirГ­a mejor si pudiera estar segura de que Jilly crecerГ­a en una familia con dos padres. En este momento, eso estaba en veremos. Pero Riley decidiГі no hablar de todo eso con Wendy.

En cambio, habГ­a ciertas cosas de las que necesitaba hablar con su hermana.

Y temГ­a que podrГ­a ser incГіmodo.

“Wendy, sabes que papá me dejó su cabaña en su testamento”, dijo.

Wendy asintiГі.

“Yo sé”, dijo. “Me enviaste unas fotos. Parece un lugar agradable”.

Las palabras eran un poco discordantes...

“… un lugar agradable”.

Riley habГ­a estado allГ­ varias veces, mГЎs recientemente despuГ©s de la muerte de su padre. Pero sus recuerdos del lugar no eran nada agradables. Su padre la comprГі cuando se retirГі como coronel de la marina. Riley la recordaba como la casa de un anciano solo y malo que odiaba a casi todo el mundo, y un hombre al que casi todo el mundo odiaba tambiГ©n. La Гєltima vez que Riley lo vio realmente se entraron a golpes.

“Creo que fue un error”, dijo.

“¿Que fue un error?”.

“Dejarme la cabaña a mí. Fue un error de su parte. Debió habértela dejado a ti”.

Wendy se veГ­a realmente sorprendida.

“¿Por qué?”, preguntó.

Riley sintiГі todo tipo de emociones desagradables brotando en su interior. Se aclarГі la garganta.

“Porque estuviste con él al final, cuando estuvo en cuidados paliativos. Tú lo cuidaste. Incluso te encargaste de todo después de su funeral, y de todas las cosas legales. Yo no estuve allí. Yo…”.

Casi se atragantГі con sus siguientes palabras.

“No creo que podría haber hecho eso. Las cosas no estaban bien entre nosotros”.

Wendy sonriГі con tristeza.

“Las cosas no estaban bien entre él y yo tampoco”.

Riley sabГ­a que era verdad. Pobre Wendy. PapГЎ la habГ­a golpeado mucho, y ella huyГі de casa para siempre a los quince aГ±os. Y, sin embargo, Wendy tuvo la decencia de cuidar de papГЎ al final.

Riley no lo hizo, y no podГ­a evitar sentirse culpable por ello.

Riley dijo: “No sé cuánto vale la cabaña. Debe valer algo. Quiero que la tengas”.

Los ojos de Wendy se abrieron. Se veГ­a alarmada.

“No”, dijo ella.

La brusquedad de su respuesta sorprendiГі a Riley.

“¿Por qué no?”, preguntó Riley.

“Simplemente no puedo. Yo no la quiero. Más bien quiero olvidarlo por completo”.

Riley sabГ­a exactamente cГіmo se sentГ­a porque ella se sentГ­a igual.

Wendy agregó: “Véndela y guarda el dinero. Quiero que lo hagas”.

Riley no sabГ­a quГ© decir.

Afortunadamente, Wendy cambiГі de tema.

“Antes de morir, papá me dijo que eras una agente de la UAC. ¿Cuánto tiempo llevas allí?”.

“Unos veinte años”, dijo Riley.

“Creo que papá estaba orgulloso de ti”.

Riley dejГі escapar una risa amarga.

“No, no lo estaba”, dijo.

“¿Cómo lo sabes?”.

“Me lo hizo saber. Tenía su propia forma de comunicar ese tipo de cosas”.

Wendy suspirГі.

“Supongo que tienes razón”, dijo Wendy.

Un incГіmodo silencio cayГі entre ellas. Riley se preguntГі de quГ© debГ­an hablar. DespuГ©s de todo, llevaban muchos aГ±os sin hacerlo. ВїDeberГ­an intentar encontrar la forma de reunirse en persona de nuevo? Riley no podГ­a imaginar viajar a Des Moines solo para ver a esta extraГ±a llamada Wendy. Y estaba segura de que Wendy sentГ­a lo mismo acerca de ir a Fredericksburg.

DespuГ©s de todo, ВїquГ© podrГ­an tener en comГєn?

En ese momento, el telГ©fono de escritorio de Riley sonГі. Se sintiГі agradecida por la interrupciГіn.

“Debo contestar”, dijo Riley.

“Entiendo”, dijo Wendy. “Gracias por ponerte en contacto”.

“Gracias a ti”, dijo Riley.

Finalizaron la llamada y Riley contestГі su telГ©fono. Riley dijo hola, y luego escuchГі la voz de una mujer.

“Hola… ¿Quién habla?”.

“¿Quién es?”, preguntó Riley.

En ese momento cayГі un silencio.

“¿Está Ryan?”, preguntó la mujer.

Sus palabras sonaban mal articuladas ahora. Riley se sentГ­a bastante segura de que la mujer estaba borracha.

“No”, dijo Riley. Ella vaciló un momento. Después de todo, podría ser una clienta de Ryan. Pero sabía que no lo era. La situación era demasiado familiar.

Riley dijo: “No llames a este número de nuevo”.

Ella colgГі.

Estaba muy enojada.

“Se está repitiendo el mismo ciclo”, pensó.

MarcГі el nГєmero de la casa de Ryan.




CAPГЌTULO TRES


Cuando Ryan contestГі el telГ©fono, Riley no perdiГі tiempo en llegar al grano.

“¿Estás saliendo con alguien más, Ryan?”, preguntó.

“¿Por qué?”.

“Una mujer llamó preguntando por ti”.

Ryan vaciló antes de preguntar: “¿Te dio su nombre?”.

“No. Colgué”.

“No debiste haber hecho eso. Pudo haber sido una clienta”.

“Estaba borracha, Ryan. Y era personal, era evidente por su voz”.

ParecГ­a que Ryan no sabГ­a quГ© decir.

Riley repitió la pregunta, “¿Estás saliendo con alguien más?”.

“L-lo siento”, tartamudeó Ryan. “No sé cómo encontró tu número. Debe ser un error”.

“Es que es obvio que hubo un error”, pensó Riley.

“No estás respondiendo mi pregunta”, dijo.

Ryan estaba empezando a sonar enfadado.

“¿Y qué si estoy saliendo con alguien más? Riley, nunca llegamos a un acuerdo que seríamos exclusivos”.

Riley quedГі pasmada. No, no recordaba haber hecho ningГєn acuerdo de ese tipo. Pero, aГєn asГ­...

“Solo supuse que...”, comenzó.

“Tal vez supusiste lo que no debiste”, interrumpió Ryan.

Riley tratГі de mantener la calma.

“¿Cuál es su nombre?”, preguntó.

“Lina”.

“¿Es serio?”.

“No lo sé”.

El telГ©fono estaba temblando en la mano de Riley.

Ella dijo: “¿No crees que es hora de que te decidas?”.

En ese momento cayГі un silencio.

Finalmente, Ryan dijo: “Riley, he tenido la intención de hablar contigo sobre esto. Necesito un poco de espacio. Todo esto de ser una familia… Pensé que estaba preparado, pero no es así. Quiero disfrutar de mi vida. Deberías tomarte un tiempo para disfrutar de la tuya también”.

Riley oГ­a un tono demasiado familiar en su voz.

“Está de mujeriego de nuevo”, pensó.

Estaba disfrutando de su nuevo romance, alejГЎndose de Riley y su familia. Se habГ­a visto muy cambiado recientemente, mГЎs comprometido y responsable. DebiГі haberse dado cuenta desde el principio que no durarГ­a. No habГ­a cambiado en absoluto.

“¿Qué vas a hacer ahora?”, preguntó.

Ryan parecГ­a estar aliviado de estar expresando sus sentimientos.

“Mira, todo esto de estar yendo y viniendo de tu casa y la mía no está funcionando. Se siente demasiado temporal. Creo que lo mejor es que me vaya”.

“April va a estar molesta”, dijo Riley.

“Lo sé. Pero resolveremos las cosas. Seguiré pasando tiempo con ella. Y estará bien. Ha pasado por cosas peores”.

La volubilidad de Ryan estaba enojando a Riley cada vez mГЎs. SentГ­a que estaba a punto de estallar.

“¿Y qué de Jilly?”, dijo Riley. “Está muy encariñada contigo. Cuenta contigo. La ayudas con un montón de cosas, como su tarea. Ella te necesita. Está pasando por tantos cambios, y es difícil para ella”.

Hubo otra pausa. Riley sabГ­a que Ryan estaba a punto de decir algo que en realidad no le iba a gustar.

“Riley, Jilly fue tu decisión. Te admiro por ello. Pero yo nunca decidí asumir esa responsabilidad. Una adolescente con problemas es demasiado para mí. No es justo”.

Por un momento, Riley estaba demasiado furiosa que ni podГ­a hablar.

Ryan habГ­a vuelto a su hГЎbito de solo preocuparse por sus propios sentimientos.

Todo esto era inГєtil.

“Ven a buscar tus cosas”, dijo ella con los dientes apretados. “Asegúrate de venir cuando las chicas estén en la escuela. Quiero que te lleves todas tus cosas tan pronto como sea posible”.

Ella colgГі el telГ©fono.

Se levantГі de su escritorio y se paseГі por la habitaciГіn, hirviendo de rabia.

Anhelaba alguna forma de drenar su rabia, pero no habГ­a nada que pudiera hacer ahora mismo. SabГ­a que le esperaba una noche de insomnio.

Pero maГ±ana sГ­ que podrГ­a hacer algo para drenar todo lo que estaba sintiendo.




CAPГЌTULO CUATRO


Riley sabГ­a que se aproximaba un ataque, y que serГ­a de cerca. PodrГ­a venir de cualquier parte de estos espacios laberГ­nticos. CaminГі cuidadosamente por un pasillo estrecho del edificio abandonado.

Pero los recuerdos de la noche anterior seguían invadiendo su mente…

“Necesito un poco de espacio”, le había dicho Ryan.

“Todo eso de ser una familia… Pensé que estaba preparado para ello, pero no es así. Quiero disfrutar de mi vida”.

Riley estaba enojada. Su enojo no era solo con Ryan, sino consigo misma por permitir que tales pensamientos la distrajeran.

“Concéntrate”, se dijo a sí misma. “Tienes que derribar a un hombre malvado”.

Y la situaciГіn era sombrГ­a. La colega mГЎs joven de Riley, Lucy Vargas, ya habГ­a sido herida. El compaГ±ero de Riley, Bill Jeffreys, se habГ­a quedado con ella. Los dos estaban en una esquina detrГЎs de Riley, manteniendo a raya los tiradores que se aproximaban. Riley oyГі una rГЎfaga de tres disparos del rifle de Bill.

Se le aproximaba el peligro, asГ­ que no podГ­a voltearse para ver lo que estaba ocurriendo.

“¿Cuál es tu situación, Bill?”, dijo en voz alta.

Ahora oyГі una serie de disparos semiautomГЎticos.

“Uno menos, faltan dos”, le respondió Bill. “Voy a acabar con estos tipos, ya verás. Y tengo cubierta a Lucy, ella va a estar bien. Sigue adelante. El tipo que está adelante es bueno. Muy bueno”.

Bill tenГ­a razГіn. Riley no podГ­a ver al tirador que estaba adelante, pero ya le habГ­a dado a Lucy, quien era una excelente tiradora. Si Riley no acababa con Г©l, era probable que los matarГ­a a los tres.

Mantuvo su M4 levantada y lista. No habГ­a manejado un arma de asalto en mucho tiempo, asГ­ que todavГ­a se estaba acostumbrando a su volumen y peso.

Ante ella se extendГ­a el pasillo con todas sus puertas abiertas. El tirador podrГ­a estar en cualquiera de esas habitaciones. Estaba decidida a encontrarlo y hacerlo volar antes de que pudiera hacer mГЎs daГ±o.

Riley se deslizГі por la pared, moviГ©ndose hacia la primera puerta. Esperando que estuviera allГ­, se alejГі de la abertura, alargГі el arma y disparГі una rГЎfaga de tres asaltos adentro. El arma se sacudiГі fuertemente en sus manos. Luego se colocГі delante de la puerta y disparГі otra rГЎfaga de tres disparos. Esta vez presionГі la culata contra su hombro, absorbiendo el retroceso.

Ella bajГі su arma y vio que la habitaciГіn estaba vacГ­a. Se dio la vuelta para asegurarse de que el pasillo aГєn estuviera despejado y se quedГі allГ­ por un momento considerando su siguiente movimiento. AdemГЎs de ser peligroso, verificar sala por sala de esta forma la harГ­a desperdiciar municiГіn valiosa. Pero, en este momento, parecГ­a no tener otra opciГіn. Si el tirador estaba en una de esas habitaciones, estaba a punto de matar a quien tratara de pasar por la puerta abierta.

Se detuvo por un momento para verificar sus propias reacciones fГ­sicas.

Estaba agitada y nerviosa.

Su corazГіn latГ­a con fuerza.

Estaba respirando fuerte y rГЎpidamente.

Pero Вїera por adrenalina o por la ira de la noche anterior?

Recordó una vez más…

“¿Y qué si estoy saliendo con alguien más?”, había dicho Ryan.

“Riley, nunca llegamos a un acuerdo de que seríamos exclusivos”.

Г‰l le habГ­a dicho que el nombre de la mujer era Lina.

Riley se preguntГі quГ© edad tenГ­a.

Probablemente era demasiado joven.

Las mujeres de Ryan siempre eran demasiado jГіvenes.

“Maldita sea, ¡deja de pensar en él!”. Estaba reaccionando como una novata estúpida.

Tuvo que recordarse a sГ­ misma quiГ©n era ella. Era Riley Paige, y era respetada y admirada por todos.

TenГ­a aГ±os de formaciГіn y trabajo de campo.

HabГ­a pasado por muchas situaciones difГ­ciles. HabГ­a quitado vidas y habГ­a salvado vidas. Siempre mantenГ­a la calma ante el peligro.

Entonces ВїcГіmo podГ­a dejar que Ryan la afectara asГ­?

Se sacudiГі fГ­sicamente, tratando de sacar las distracciones de su cabeza.

Se arrastrГі hacia la habitaciГіn de al lado, disparГі una rГЎfaga alrededor del marco de la puerta, dio un paso directamente en la habitaciГіn y apretГі el gatillo de nuevo.

En ese mismo momento, su rifle se atascГі.

“Maldita sea”, dijo Riley en voz alta.

Por suerte, el tirador no estaba en esa habitaciГіn tampoco. Pero ella sabГ­a que su suerte podrГ­a acabarse en cualquier momento. BajГі la M4 y sacГі su pistola Glock.

En ese momento, vio un destello de movimiento. Vio al hombre parado en la puerta, apuntГЎndola directamente con el rifle. Instintivamente, Riley cayГі al suelo y rodГі, evitando sus disparos. Luego se puso de rodillas y disparГі tres veces, preparГЎndose para el retroceso con cada ronda. Las tres balas impactaron al tirador, quien cayГі de espaldas al suelo.

“¡Lo tengo!”, le gritó a Bill. Observó la figura cuidadosamente y no vio ninguna señal de vida. Todo había acabado.

Luego Riley se puso de pie y se quitГі el casco de realidad virtual con sus gafas, auriculares y micrГіfono. El tirador desapareciГі, junto con el laberinto de pasillos. Estaba en una sala del tamaГ±o de una cancha de baloncesto. Bill estaba cerca, y Lucy estaba a sus pies. Bill y Lucy tambiГ©n estaban quitГЎndose sus cascos. Al igual que Riley, llevaban puesto mucho equipo, incluyendo correas alrededor de sus muГ±ecas, codos, rodillas y tobillos que rastreaban sus movimientos en la simulaciГіn.

Ahora que sus compaГ±eros no eran marionetas simuladas, Riley se detuvo un momento para apreciar su presencia en la vida real. ParecГ­an un par impar, uno de ellos maduro y sГіlido, la otra joven e impulsiva.

Pero ambos eran sus personas favoritas en el mundo.

Riley ya habГ­a trabajado con Lucy en el campo mГЎs de una vez, y sabГ­a que podГ­a contar con ella. La joven agente de ojos oscuros y piel oscura siempre parecГ­a brillar desde el interior, irradiando energГ­a y entusiasmo.

Por el contrario, Bill tenГ­a la edad de Riley y, aunque sus cuarenta aГ±os lo estaban frenando un poco, todavГ­a era un agente de campo de primera categorГ­a.

“Sigue siendo bastante apuesto también”, se recordó a sí misma.

Por un momento se preguntГі... Ahora que las cosas estaban derrumbГЎndose entre ella y Ryan, Вїtal vez ella y Bill podrГ­an...?

Pero no, sabГ­a que era una idea terrible. En el pasado, ella y Bill habГ­an hecho tantos esfuerzos torpes para empezar algo serio, y los resultados siempre habГ­an sido desastrosos. Bill era un gran compaГ±ero y su mejor amigo. SerГ­a estГєpido echar a perder todo eso.

“Buen trabajo”, le dijo Bill a Riley. Estaba sonriendo.

“Sí, me salvaste la vida, agente Paige”, dijo Lucy, riendo. “Sin embargo, no puedo creer que me dejé meter un tiro. ¡Fallé al tipo cuando estuvo justo en frente de mí!”.

“Para eso está este sistema”, le dijo ​​Bill a Lucy, dándole palmaditas en la espalda. “Hasta los agentes muy experimentados tienden a fallar sus objetivos a corto alcance, dentro de diez pies de distancia. La RV te ayuda a lidiar con ese tipo de problemas”.

Lucy dijo: “Bueno, no hay nada como tomar una bala virtual en el hombro para enseñarte una lección”. Se frotó el hombro, donde el equipo había hecho que le ardiera la piel para hacerle saber que le habían disparado.

“Es mejor que una real”, dijo Riley. “De todos modos, te deseo una pronta recuperación”.

“¡Gracias!”, dijo Lucy, riendo de nuevo. “Ya me siento mejor”.

Riley enfundГі la pistola modelo y recogiГі el rifle de asalto falso. RecordГі el retroceso brusco que sintiГі cuando disparГі las armas. Y el edificio abandonado habГ­a sido detallado y vГ­vido.

AГєn asГ­, Riley se sentГ­a extraГ±amente vacГ­a e insatisfecha.

Pero eso obviamente no era culpa ni de Bill ni de Lucy. Y estaba agradecida de que se habГ­an tomado tiempo libre esta maГ±ana para acompaГ±arla en este ejercicio.

“Gracias por aceptar hacer esto conmigo”, dijo. “Supongo que necesitaba desahogarme”.

“¿Te sientes mejor?”, preguntó Lucy.

“Sí”, dijo Riley.

No era cierto, pero supuso que una mentirita no harГ­a daГ±o.

“¿Qué les parece si vamos a tomarnos una taza de café?”, preguntó Bill.

“Suena genial”, dijo Lucy.

Riley negГі con la cabeza.

“Hoy no, gracias. En otro momento. Vayan ustedes”.

Bill y Lucy salieron de la enorme sala de realidad virtual. Por un momento, Riley se preguntГі si tal vez deberГ­a ir con ellos despuГ©s de todo.

“No, sería pésima compañía”, pensó.

Las palabras de Ryan seguГ­an haciendo eco en su mente...

“Riley, Jilly fue tu decisión”.

Ryan realmente era un desalmado por darle la espalda a Jilly.

Pero Riley no estaba enojada ahora. En vez se sentГ­a muy triste.

Pero Вїpor quГ©?

Poco a poco entendiГі...

“Nada de esto es real. Toda mi vida es una farsa”.

Sus esperanzas de ser una familia de nuevo con Ryan y las niГ±as solo habГ­a sido una ilusiГіn.

“Igual que esta condenada simulación”.

CayГі de rodillas y comenzГі a sollozar.

Le tomГі unos minutos recomponerse. Agradecida de que nadie habГ­a visto su colapso, se puso de pie y se dirigiГі a su oficina. Tan pronto como entrГі, su telГ©fono de escritorio comenzГі a sonar.

SabГ­a quiГ©n la estaba llamando.

HabГ­a estado esperГЎndola.

Y sabГ­a que la conversaciГіn no serГ­a fГЎcil.




CAPГЌTULO CINCO


“Hola, Riley”, dijo la voz de una mujer cuando Riley contestó el teléfono.

Era una voz dulce, temblorosa y dГ©bil por la edad, pero agradable de todos modos.

“Hola, Paula”, dijo Riley. “¿Cómo estás?”.

La mujer suspirГі.

“Bueno, ya sabes, este día siempre es difícil”.

Riley entendГ­a. La hija de Paula, Tilda, fue asesinada este dГ­a hace veinticinco aГ±os.

“Espero que no te moleste mi llamada”, dijo Paula.

“Por supuesto que no, Paula”, le aseguró Riley.

DespuГ©s de todo, Riley habГ­a iniciado su relaciГіn bastante peculiar hace aГ±os. En realidad, Riley jamГЎs habГ­a trabajado en el caso del asesinato de Tilda. Se habГ­a comunicado con la madre de la vГ­ctima mucho despuГ©s de que el caso se enfriara.

Esta llamada anual entre ellas era un ritual bastante antiguo.

A Riley todavГ­a le parecГ­a extraГ±o tener estas conversaciones con alguien que no conocГ­a. Ni siquiera sabГ­a cГіmo era Paula. SabГ­a que tenГ­a sesenta y ocho aГ±os ahora. Su hija fue asesinada cuando habГ­a tenido cuarenta y tres, solo tres aГ±os mayor que Riley. Riley la imaginada como una abuela amable.

“¿Cómo está Justin?”, preguntó Riley.

Riley habГ­a hablado con el marido de Paula un par de veces, pero nunca habГ­a llegado a conocerlo.

Paula volviГі a suspirar.

“Falleció el verano pasado”.

“Lo siento”, dijo Riley. “¿Qué le pasó?”.

“Fue repentino e inesperado. Fue un aneurisma, o tal vez un ataque al corazón. Se ofrecieron a hacerle una autopsia para determinar la causa. Yo les dije que no tenía sentido, eso no lo traería de vuelta”.

Riley se sintiГі muy mal por la mujer. SabГ­a que Tilda habГ­a sido hija Гєnica. La pГ©rdida de su marido tuvo que haber sido muy difГ­cil.

ВїCГіmo lo estГЎs sobrellevando?, preguntГі Riley.

“Un día a la vez”, dijo Paula. “Me siento bastante sola”.

HabГ­a una nota de tristeza casi insoportable en su voz, como si se sintiera lista para estar con su esposo en la muerte.

A Riley le costaba imaginar tanta soledad. Se sentГ­a agradecida por tener a personas atentas en su vida: April, Gabriela y ahora Jilly. Riley habГ­a temido perderlas. April habГ­a estado en mucho peligro mГЎs de una vez.

Y, por supuesto, tambiГ©n tenГ­a amigos maravillosos, como Bill. Г‰l tambiГ©n habГ­a estado en peligro.

“Nunca los daré por sentado”, pensó.

“¿Y tú, querida?”, preguntó Paula.

Tal vez por eso Riley sentГ­a como si pudiera hablar con Paula acerca de las cosas de las que no podГ­a con la mayorГ­a de las personas.

“Bien, estoy en el proceso de adoptar a una niña de trece años de edad. Eso ha sido una aventura. Ah, y Ryan regresó por un tiempo. Luego se fue de nuevo. Otra joven hermosura le llamó la atención”.

“¡Qué terrible!”, dijo Paula. “Tuve suerte con Justin. Jamás se alejó de mí. Y supongo que, a la larga, también tuvo suerte. Se fue rápido, no sufrió. Espero que cuando llegue mi momento...”.

La voz de Paula se quebrГі.

Riley se estremeciГі.

Paula habГ­a perdido a una hija a manos de un asesino que jamГЎs habГ­a comparecido ante la justicia.

Riley tambiГ©n habГ­a perdido a alguien a manos de un asesino que jamГЎs fue encontrado.

Ella hablГі lentamente.

“Paula... Todavía lo recuerdo. También tengo pesadillas”.

Paula respondiГі con una voz amable.

“No es de extrañar. Eras pequeña. Y estuviste allí cuando sucedió. Al menos yo no tuve que vivirlo”.

Esa frase sorprendiГі a Riley.

Para ella, Paula sГ­ tuvo que vivirlo.

Es cierto que Paula no fue obligada a ver a su hija morir.

Pero, sin duda, perder su hija Гєnica habГ­a sido peor de lo que Riley habГ­a sufrido.

La capacidad de Paula de demostrar compasiГіn desinteresada siempre asombraba a Riley.

Paula seguГ­a hablando en una voz tranquilizadora.

“Supongo que el dolor nunca desaparece. Tal vez no deberíamos querer que desaparezca. ¿En qué nos convertiríamos si yo olvidara a Justin o tú a tu madre? Jamás quisiera endurecerme tanto. Mientras siga herida y me siga doliendo, me seguiré sintiendo humana... Y viva. Lo sucedido forma parte de lo que ambas somos, Riley”.

Riley contuvo las lГЎgrimas.

Como siempre, Paula le estaba diciendo exactamente lo que necesitaba oГ­r.

Pero, como siempre, no era nada fГЎcil oГ­rlo.

Paula continuó: “Y mira lo que has hecho con tu vida, proteges a otros, buscas la justicia. Tu pérdida te ha ayudado a ser quién eres: una campeona, una persona buena y cariñosa”.

Riley sollozГі.

“Ay, Paula. Desearía que las cosas no tuvieran que ser así para nosotras. Deseo haber podido...”.

Paula la interrumpiГі.

“Riley, hablamos de esto todos los años. El asesino de mi hija jamás será llevado ante la justicia. No es culpa de nadie, y no culpo a nadie. Y mucho menos a ti. Nunca fue tu caso para empezar. No es tu responsabilidad. Todos los demás hicieron lo mejor que pudieron. Lo mejor que puedes hacer es hablar conmigo. Y eso hace que mi vida sea mucho mejor”.

“Siento lo de Justin”, dijo Riley.

“Gracias. Significa mucho para mí”.

Riley y Paula accedieron a hablar de nuevo el aГ±o siguiente, y luego finalizaron la llamada.

Riley se quedГі sentada en su oficina.

Hablar con Paula siempre era difГ­cil emocionalmente, pero la mayorГ­a de las veces hacГ­a a Riley sentirse mejor.

Hoy Riley solo se sintiГі peor.

ВїPor quГ©?

“No me está yendo bien en estos momentos”, pensó Riley.

Hoy en dГ­a, todos los problemas en su vida parecГ­an estar entrelazados.

Y, de alguna manera, no podГ­a dejar de culparse a sГ­ misma por toda la pГ©rdida, por todo el dolor.

Al menos ya no tenГ­a ganas de llorar. Llorar sin duda no la ayudaba. AdemГЎs, Riley tenГ­a que terminar unos trГЎmites administrativos rutinarios hoy. Se acomodГі en su escritorio y tratГі de trabajar.



*



Esa misma tarde, Riley se fue directamente a la Escuela Intermedia Brody. Jilly ya estaba esperГЎndola en la acera cuando llegГі.

Jilly saltГі en el asiento del pasajero.

“¡Tenía quince minutos esperando!”, dijo. “¡Date prisa! ¡Vamos a llegar tarde al juego!”.

Riley dejГі escapar una risita.

“No vamos a llegar tarde”, dijo. “Llegaremos justo a tiempo”.

Riley siguiГі conduciendo hacia la escuela secundaria de April.

Mientras conducГ­a, Riley comenzГі a preocuparse de nuevo.

ВїRyan habГ­a ido a recoger sus cosas?

ВїY cuГЎndo y cГіmo iba a darles la noticia a las chicas de que se habГ­a ido?

“¿Qué pasa?”, preguntó Jilly.

Riley no se habГ­a dado cuenta de que su rostro habГ­a traicionado sus sentimientos.

“Nada”, dijo.

“Sé que tienes algo”, dijo Jilly. “Puedo notarlo”.

Riley sofocГі un suspiro. Al igual que April y Riley, Jilly era bastante observadora.

“¿Debería decírselo ya?”, se preguntó Riley.

No, este no era el momento. Estaban en camino a ver jugar a April en un partido de fГєtbol. No querГ­a arruinarles la tarde con malas noticias.

“No es nada”, dijo.

Riley se estacionГі en la escuela de April minutos antes del comienzo del partido. Ella y Jilly se dirigieron hacia las gradas, que ya estaban bastante llenas. Riley se dio cuenta de que tal vez Jilly tenГ­a razГіn, tal vez deberГ­an haber llegado antes.

“¿Dónde nos sentamos?”, preguntó Riley.

“¡Allá arriba!”, dijo Jilly, señalando el nivel superior, donde quedaba un poco de espacio disponible. “Podré ponerme contra la baranda y ver todo”.

Subieron las gradas y se sentaron. El juego comenzГі en cuestiГіn de minutos. April estaba de mediocampo y pasГЎndola de lo mejor. Riley vio de inmediato que era una jugadora agresiva.

Mientras observaban, Jilly comentó: “April dice que quiere desarrollar sus habilidades de juego durante los próximos años. ¿Es cierto que el fútbol podría ayudarla a obtener una beca para la universidad?”.

“Si trabaja duro”, dijo Riley.

“Guau. Eso es genial. Tal vez yo pueda hacer eso también”.

Riley sonriГі. Era maravilloso que Jilly tuviera una visiГіn tan positiva del futuro. En la vida que dejГі atrГЎs, Jilly habГ­a tenido poco quГ© esperar. Sus posibilidades habГ­an sido sombrГ­as. Era casi seguro que no hubiese terminado la secundaria, y mucho menos que irГ­a a la universidad. Ahora tenГ­a acceso a todo un mundo de posibilidades.

“Supongo que sí hago algunas cosas bien”, pensó Riley.

April se metiГі en la defensa e hizo un tiro de esquina que le pasГі de lado a la arquera contraria. AnotГі el primer gol del partido.

Riley se puso de pie, vitoreando y aplaudiendo.

Mientras vitoreaba, Riley reconociГі a otra chica del equipo. Era la amiga de April, Crystal Hildreth. Riley no habГ­a visto a Crystal en bastante tiempo. Ver a la chica despertГі algunas emociones complicadas.

Crystal y su padre, Blaine, habГ­an vivido justo al lado de Riley y su familia.

Blaine era un hombre encantador. Riley se habГ­a interesado en Г©l, y Г©l en ella.

Pero todo eso terminГі hace unos meses cuando sucediГі algo terrible que hizo que se mudaran.

Riley realmente no querГ­a recordar esos terribles acontecimientos.

ObservГі la multitud. Puesto que Crystal estaba jugando, era obvio que Blaine tendrГ­a que estar ahГ­. Pero no lo vio.

Esperaba no encontrГЎrselo.



*



Era medio tiempo y Jilly se habГ­a ido a hablar con unos amigos que habГ­a visto.

Riley vio que tenГ­a un mensaje de texto. Era de Shirley Redding, la agente inmobiliaria que habГ­a contactado para vender la cabaГ±a de su padre.

LeГ­a:

“¡Buenas noticias! ¡Llámame de inmediato!”.

Riley se bajГі de las gradas y marcГі el nГєmero de la agente.

“Le eché un vistazo a la propiedad”, dijo la mujer. “Vale más de cien mil dólares. Tal vez el doble”.

Riley sintiГі un cosquilleo de emociГіn. Esa cantidad de dinero serГ­a una gran ayuda para los planes universitarios de las chicas.

Shirley continuó: “Tenemos que hablar de los detalles. ¿Ahora es un buen momento?”.

No lo era, por supuesto, asГ­ que Riley se puso de acuerdo con ella para hablar maГ±ana. Justo cuando finalizГі la llamada, vio a alguien haciendo su camino a travГ©s de la multitud hacia ella.

Riley lo reconociГі de inmediato. Era Blaine, su antiguo vecino.

Vio que el hombre guapo y sonriente aГєn tenГ­a una cicatriz en la mejilla derecha.

Riley se sintiГі desolada.

ВїГ‰l la culpaba por esa cicatriz?

Porque ella no podía dejar de culparse a sí misma…




CAPГЌTULO SEIS


Blaine Hildreth sintiГі una oleada de emociones mientras se abriГі paso entre la multitud. HabГ­a visto a Riley Paige cuando se puso de pie para vitorear. Se veГ­a igual de vital y despampanante como siempre, y se encontrГі caminando automГЎticamente hacia ella en medio tiempo. Ahora estaba mirГЎndolo mientras se acercaba, pero su expresiГіn no le decГ­a mucho.

ВїQuГ© habГ­a sentido al verlo?

ВїY quГ© habГ­a sentido Г©l al verla a ella?

Blaine no pudo evitar regresar a un día traumático hace más de dos meses…



Estaba sentado en su propia sala de estar cuando escuchГі un ruido terrible al lado.

CorriГі a la casa adosada de Riley y encontrГі la puerta parcialmente abierta.

EntrГі rГЎpidamente y vio lo que estaba pasando.

Un hombre estaba atacando a April, la hija de Riley. El hombre habГ­a tirado a April al suelo, y ella estaba retorciГ©ndose y golpeГЎndolo con sus puГ±os.

Blaine corriГі hacia ellos y quitГі al atacante de encima de April. LuchГі con el hombre, tratando de someterlo.

Blaine era mГЎs alto que el atacante, pero no mГЎs fuerte, y no tan ГЎgil.

SiguiГі lanzando golpes, pero la mayorГ­a de ellos no conectaron, y los que sГ­ no causaron ningГєn daГ±o aparente.

De repente, el hombre conectГі un golpe terrible en el abdomen de Blaine. Blaine se quedГі sin aire. Se doblГі sin poder respirar.

Luego, el atacante le lanzГі una patada en la cara...

... y todo se puso negro.



Blaine despertГі en el hospital despuГ©s de eso.

Y ahora, mientras se acercaba a Riley, estaba temblando un poco por el recuerdo.

Г‰l tratГі de recomponerse.

Cuando llegГі a Riley, no sabГ­a quГ© hacer. Darle la mano parecГ­a un poco ridГ­culo. ВїDeberГ­a darle un abrazo?

Vio que el rostro de Riley estaba rojo de vergГјenza. Ella tampoco parecГ­a saber quГ© hacer.

“Hola, Blaine”, dijo Riley.

“Hola”.

Se quedaron mirГЎndose por un momento, luego se rio un poco ante su propia incomodidad.

“Las chicas están jugando bien hoy”, dijo Riley.

“Especialmente la tuya”, dijo Blaine.

El primer gol de April realmente lo habГ­a impresionado.

“¿Estás aquí con alguien?”, preguntó Riley.

“No. ¿Y tú?”.

“Solo, Jilly”, dijo Riley. “Tú no la conoces. Jilly es… Bueno, es una larga historia”.

Blaine asintiГі con la cabeza.

“Mi hija me ha hablado de Jilly”, dijo. “Fue genial lo que hiciste”.

Blaine recordГі algo mГЎs que Crystal le habГ­a dicho. Riley estaba tratando de volver con Ryan. Blaine se preguntГі cГіmo le estaba yendo con eso. Ryan no estaba aquГ­ en el juego, despuГ©s de todo.

Riley le dijo tímidamente: “Oye, estamos sentadas en la parte trasera de las gradas. Tenemos espacio. ¿Quieres ver el resto del partido con nosotras?”.

Blaine sonriГі.

“Me gustaría eso”, dijo.

Se dirigieron a las gradas y subieron a la parte trasera. Una joven delgada sonriГі cuando vio a Riley acercarse, pero luego hizo una mueca cuando vio que Blaine estaba con ella.

“Jilly, este es mi amigo, Blaine”, dijo Riley.

Sin decir nada, Jilly se levantГі del banco y empezГі a alejarse.

“Siéntate con nosotros, Jilly”, dijo Riley.

“Me voy a sentar con mis amigos”, dijo Jilly, pasándolos y continuando por las escaleras.

Riley se veГ­a conmocionada y consternada.

“Lo siento”, le dijo a Blaine. “Eso fue muy grosero”.

“Está bien, no te preocupes”, dijo Blaine.

Riley suspirГі y ambos se sentaron.

“No, no está bien”, dijo. “Un montón de cosas no están bien. Jilly está molesta porque estoy sentada con otra persona que no es Ryan. Se había mudado de nuevo a la casa, y se encariñó mucho con él”.

Riley negГі con la cabeza.

“Ahora Ryan se mudará de nuevo”, dijo. “No he tenido la oportunidad de decirles a las chicas todavía. O tal vez simplemente no tengo las agallas. Ambas estarán desoladas”.

Blaine se sintiГі un poco aliviado de que Ryan ya no formara parte de la ecuaciГіn. HabГ­a visto al apuesto ex esposo de Riley un par de veces, y la arrogancia del hombre era desagradable. AdemГЎs de eso, tenГ­a que admitir que tenГ­a la esperanza de que Riley no estuviera en una relaciГіn sentimental con nadie.

Pero tambiГ©n se sentГ­a culpable por reaccionar de esa manera.

El juego comenzГі de nuevo. April y Crystal estaban jugando bien, y Blaine y Riley vitorearon de vez en cuando.

Pero Blaine igual pasГі todo el rato pensando en la Гєltima vez que habГ­a visto a Riley. Fue poco despuГ©s de su regreso a casa. HabГ­a tocado su puerta para decirle que Г©l y Crystal se mudarГ­an. Blaine le habГ­a dado a Riley una excusa poco convincente. Le habГ­a dicho que la casa adosada quedaba demasiado lejos de su restaurante.

TambiГ©n tratГі de hacer parecer que la mudanza no era gran cosa.

“Será como si nada hubiera cambiado”, le había dicho.

No era cierto, por supuesto, y Riley no se lo habГ­a tragado.

HabГ­a estado visiblemente disgustada.

Este parecГ­a ser un buen momento para hablar del tema.

Con una voz vacilante, dijo: “Mira, Riley, lamento lo que pasó la última vez que nos vimos. Cuando te dije que nos mudaríamos. Yo no estaba en mi mejor momento”.

“No tienes que explicarme nada”, dijo Riley.

Pero Blaine se sentГ­a muy diferente.

“Mira, creo que los dos sabemos por qué Crystal y yo nos mudamos”, dijo.

Riley se encogiГі de hombros.

“Sí”, dijo Riley. “Temías por la seguridad de tu hija. No te culpo, Blaine. Realmente no lo hago. Solo estabas siendo sensato”.

Blaine no sabГ­a quГ© decir. Riley tenГ­a razГіn, por supuesto. HabГ­a temido por la seguridad de Crystal, no por la suya. TambiГ©n temГ­a por el bienestar mental de Crystal. La ex esposa de Blaine, Phoebe, era una alcohГіlica abusiva, y Crystal todavГ­a estaba lidiando con las cicatrices emocionales de esa relaciГіn. No necesitaba mГЎs traumas en su vida.

Riley sabГ­a todo de Phoebe. De hecho, ella habГ­a rescatado a Crystal de una de sus borracheras.

“Tal vez ella sí entiende”, él pensó.

Pero de verdad no sabГ­a cГіmo se sentГ­a realmente.

En ese momento, el equipo de sus hijas anotГі otro gol. Blaine y Riley aplaudieron y vitorearon. Ellos vieron el partido en silencio durante unos minutos.

Luego Riley dijo: “Blaine, admito que me decepcionaste cuando te mudaste. Tal vez incluso me sentí un poco enojada. Yo no tenía razón. No era justo de mi parte. Lamento todo”.

Ella hizo una pausa, y luego continuГі.

“Me sentí muy mal por lo que te pasó. Y culpable. Aún me siento culpable. Blaine, yo...”.

Por un momento, parecГ­a estar luchando con sus pensamientos y sentimientos.

“No puedo evitar sentir que pongo en peligro a todo aquel que se cruza en mi camino. Odio esa parte de mi trabajo. Odio esa parte de mí”.

Blaine comenzГі a refutarla.

“Riley, no debes...”.

Riley lo detuvo.

“Es cierto, y los dos lo sabemos. Si yo fuera mi vecina, también quisiera mudarme si tuviera un adolescente en casa”.

En ese momento, una jugada les saliГі mal al equipo de sus hijas. Blaine y Riley se quejaron junto con el resto de los aficionados.

Blaine estaba empezando a tranquilizarse. Riley sinceramente no parecГ­a guardarle rencor por su mudanza.

ВїPodrГ­an volver a despertar el interГ©s que una vez tuvieron el uno para el otro?

Blaine tuvo las agallas para decir: “Riley, me encantaría invitarte a ti y a tus hijas a cenar en mi restaurante. Puedes traer a Gabriela también. Ella y yo podríamos intercambiar recetas centroamericanas”.

Riley se quedГі callada por un momento. Se veГ­a como si ni siquiera lo hubiera oГ­do.

Finalmente dijo: “No gracias, Blaine. Las cosas están demasiado complicadas en este momento. Gracias por la invitación”.

Blaine se sintiГі desilusionado. No solo lo estaba rechazando, sino que tambiГ©n parecГ­a que no estaba dejando ninguna puerta abierta para el futuro.

Pero no habГ­a nada que pudiera hacer al respecto.

Vio el resto del juego con Riley en silencio.



*



Riley seguГ­a pensando en Blaine durante la cena de esa noche. Se preguntГі si tal vez habГ­a cometido un error. Tal vez deberГ­a haber aceptado su invitaciГіn. Le gustaba y lo echaba de menos.

Incluso habГ­a invitado a Gabriela, y eso habГ­a sido adorable de su parte. Como Blaine era restaurador, habГ­a apreciado la cocina de Gabriela en el pasado.

Y Gabriela habГ­a hecho una comida tГ­pica de Guatemala esa noche: pollo en salsa de cebolla. Las niГ±as estaban disfrutГЎndola y charlando sobre su victoria de esa tarde.

“¿Por qué no viniste al juego, Gabriela?”, preguntó April.

“Lo hubieses disfrutado”, dijo Jilly.

“Sí, me gusta el fútbol”, dijo Gabriela. “Iré al próximo juego”.

Le pareciГі el momento ideal para mencionar algo.

“Tengo buenas noticias”, dijo. “Hablé con mi agente inmobiliaria hoy, y piensa que podría ganar bastante dinero de la venta de la cabaña de su abuelo. Estoy segura que ayudará con los planes universitarios de ambas”.

Eso alegrГі a las chicas y hablaron del tema por un tiempo. Pero pronto el estado de ГЎnimo de Jilly pareciГі decaer.

Finalmente, Jilly le preguntó a Riley: “¿Quién era ese tipo que estaba contigo en el juego?”.

April dijo: “Ah, ese es Blaine. Solía ​​ser nuestro vecino. Él es el padre de Crystal. Tú la conoces”.

Jilly siguiГі comiendo en silencio por unos momentos.

Luego dijo: “¿Dónde está Ryan? ¿Por qué no estaba en el juego?”.

Riley tragГі grueso. Se dio cuenta hace rato que Ryan habГ­a venido a casa durante el dГ­a para recoger sus cosas. Era el momento de decirles la verdad.

“Hay algo que he tenido la intención de decirles”, comenzó.

Pero le costГі encontrar las palabras adecuadas.

“Ryan... Dice que necesita un poco de espacio. Él...”.

No podГ­a seguir hablando. NotГі por los rostros de las chicas que no necesitaba hacerlo. Entendieron muy bien lo que quiso decirles.

DespuГ©s de unos segundos de silencio, Jilly se puso a llorar, huyГі de la sala y subiГі las escaleras. April se puso de pie rГЎpidamente para ir a consolarla.

Riley se dio cuenta de que April estaba acostumbrada a esas actitudes de Ryan. Estas decepciones aГєn debГ­an dolerle, pero podГ­a lidiarlas mejor que Jilly.

Sentada en la mesa con Gabriela, Riley comenzГі a sentirse culpable. ВїEra completamente incapaz de mantener una relaciГіn seria con un hombre?

Como si hubiera leído sus pensamientos, Gabriela dijo: “Deja de culparte. No es tu culpa. Ryan es un tonto”.

Riley sonriГі con tristeza.

“Gracias, Gabriela”, dijo.

Era exactamente lo que necesitaba oГ­r.

Luego Gabriela agregó: “Las niñas necesitan una figura paterna, pero definitivamente no alguien que va y viene como él”.

“Lo sé”, dijo Riley.



*



MГЎs tarde esa noche, Riley fue a ver cГіmo estaban las chicas. Jilly estaba en el cuarto de April haciendo tarea.

April levantó la mirada y dijo: “Estamos bien, mamá”.

Riley sintiГі un gran alivio. Aunque se sentГ­a mal por las chicas, estaba orgullosa de que April estuviera consolando a Jilly.

“Gracias, cariño”, dijo antes de cerrar la puerta.

SabГ­a que April hablarГ­a con ella de Ryan cuando se sintiera lista. Pero a Jilly podrГ­a costarle mГЎs.

Cuando volviГі a bajar, Riley se encontrГі pensando en lo que Gabriela le habГ­a dicho.

“Las niñas necesitan una figura paterna”.

MirГі el telГ©fono. Blaine habГ­a dejado claro que le gustarГ­a entablar una relaciГіn con ella.

Pero ВїquГ© podrГ­a esperar de ella? Su vida era muy ocupada por sus hijas y el trabajo. ВїRealmente podrГ­a incluir a alguien mГЎs en este momento? ВїSolo terminarГ­a decepcionГЎndolo?

“Pero sí me gusta él”, admitió.

Y Г©l tambiГ©n gustaba de ella. Seguramente tenГ­a que tener espacio en su vida para...

Ella cogiГі el telГ©fono y marcГі el nГєmero de Blaine. Se decepcionГі cuando oyГі la contestadora, pero eso no la sorprendiГі. SabГ­a que su trabajo en el restaurante a menudo lo mantenГ­a alejado de casa en las noches.

Cuando oyГі el pitido, Riley le dejГі un mensaje.

“Hola, Blaine. Es Riley. Mira, lamento si estuve un poco distante en el juego de esta tarde. Espero no haber sido grosera. Solo quiero decirte que queremos aceptar tu invitación, si todavía sigue en pie. Llámame cuando puedas”.

Riley inmediatamente se sintiГі mejor. Ella fue a la cocina y se sirviГі un trago. Mientras estaba sentada bebiГ©ndoselo en el sofГЎ de la sala de estar, se encontrГі recordando su conversaciГіn con Paula Steen.

Paula parecГ­a haber aceptado que el asesino de su hija jamГЎs serГ­a llevado ante la justicia.

“No es culpa de nadie, y no culpo a nadie”, Paula le había dicho.

Esas palabras ahora preocupaban a Riley.

Era tan injusto.

Riley terminГі su bebida, se duchГі y se fue a la cama.

Las pesadillas comenzaron justo cuando se quedГі dormida.



*



Riley era solo una niГ±a.

Estaba caminando por un bosque de noche. Ella tenГ­a miedo, pero no estaba segura del por quГ©.

DespuГ©s de todo, no estaba realmente perdida en el bosque.

El bosque estaba cerca de una carretera, y podГ­a ver los autos que iban y venГ­an. El resplandor de un poste de luz y una luna llena iluminaban su camino entre los ГЎrboles.

Luego sus ojos se fijaron en una fila de tres tumbas poco profundas.

La tierra y las piedras que cubrГ­an las tumbas estaban moviГ©ndose.

Las manos de las mujeres se abrieron camino por las tumbas.

PodГ­a oГ­r sus voces decir...

“¡Ayúdanos! ¡Por favor!”.

“¡Solo soy una niña!”, respondió Riley entre lágrimas.



Riley se despertГі en su cama. Estaba temblando.

“Fue solo una pesadilla”, se dijo a sí misma.

Y no era de extrañar que había soñado con las víctimas del �Asesino de la caja de fósforos’ la noche después de haber hablado con Paula Steen.

RespirГі profundamente. Pronto se sintiГі relajada de nuevo, y comenzГі a quedarse dormida.

Pero entonces…



TodavГ­a era solo una niГ±a.

Estaba en una tienda de dulces con mamГЎ, y mamГЎ estaba comprГЎndole muchos dulces.

Un hombre aterrador que llevaba una media en la cabeza se acercГі a ella.

Г‰l apuntГі a mamГЎ con un arma.

“Dame tu dinero”, le dijo a mamá.

Pero mamГЎ estaba demasiado asustada como para moverse.

El hombre le disparГі a mamГЎ en el pecho, y ella se cayГі justo en frente de Riley.

Riley comenzГі a gritar. Se dio la vuelta en busca de ayuda.

Pero, de repente, estaba en el bosque de nuevo.

Las manos de las mujeres seguГ­an tratando de cavar por las tumbas.

Las voces seguГ­an gritando...

“¡Ayúdanos! ¡Por favor!”.

Entonces Riley oyГі otra voz a su lado. Esta le era familiar...

“Ya las oíste, Riley. Necesitan tu ayuda”.

Riley se volviГі y vio a mamГЎ. Estaba parada allГ­, su pecho sangrando de la herida de bala. Su cara estaba mortalmente pГЎlida.

“¡No puedo ayudarlas, mamá!”, exclamó Riley. “¡Solo soy una niña!”.

MamГЎ sonriГі.

“No, no eres una niña, Riley. Ya eres grande. Date la vuelta y lo verás”.

Riley se volviГі y se encontrГі mirГЎndose en un espejo completo.

Era verdad.

Ella era una mujer ahora.

Y las voces seguГ­an exclamando...

“¡Ayúdanos! ¡Por favor!”.



Los ojos de Riley se abrieron de nuevo.

Estaba temblando aГєn mГЎs que antes, y estaba sin aliento.

Se acordГі de algo que Paula Steen le habГ­a dicho.

“El asesino de mi hija jamás será llevado ante la justicia”.

Paula tambiГ©n habГ­a dicho...

“Nunca fue tu caso para empezar”.

Riley se sintiГі determinada.

Era cierto, el caso del �Asesino de la caja de fósforos’ no había sido suyo antes.

Pero ya no podГ­a dejarlo en el pasado.

El �Asesino de la caja de fósforos’ tenía que ser llevado ante la justicia.

“Ahora es mi caso”, pensó.




CAPГЌTULO SIETE


Riley no tuvo mГЎs pesadillas esa noche, pero, aГєn asГ­, pasГі muy mala noche. Sorprendentemente, se sintiГі completamente despierta y energizada cuando se levantГі a la maГ±ana siguiente.

TenГ­a trabajo por hacer ese dГ­a.

Se vistiГі y bajГі las escaleras. April y Jilly estaban en la cocina desayunando. Las chicas se veГ­an tristes, pero no tan devastadas como ayer.

Riley se sentó en la mesa y dijo: “Esos panqueques se ven buenísimos. Pásenlos, por favor”.

Se comiГі su desayuno y se bebiГі el cafГ©. Luego comenzГі a darse cuenta de que las chicas se veГ­an mГЎs alegres. No mencionaron la ausencia de Ryan, en vez charlando de otros niГ±os en la escuela.

“Son fuertes”, pensó Riley.

Y ambas habГ­an pasado por momentos muy difГ­ciles.

Estaba segura de que superarГ­an esta crisis con Ryan.

Riley terminó su café y dijo: “Tengo que irme a la oficina”.

Se puso de pie y le dio un beso a April y a Jilly en la mejilla.

“Ve a atrapar a los malos, mamá”, dijo Jilly.

Riley sonriГі.

“A eso voy, querida”, respondió ella.



*



Justo cuando llegГі a la oficina, Riley abriГі los ficheros automatizados del caso. Mientras examinaba los viejos artГ­culos periodГ­sticos, recordГі haber leГ­do algunos de ellos cuando salieron por primera vez. HabГ­a sido una adolescente en esa Г©poca, y el Asesino de la caja de fГіsforos le habГ­a parecido una pesadilla.

Los asesinatos habГ­an ocurrido aquГ­ en Virginia, cerca de Richmond, cada uno ocurriendo cada tres semanas.

Riley abriГі un mapa y encontrГі el pueblo de Greybull, que quedaba cerca de la Interestatal 64. Tilda Steen, la Гєltima vГ­ctima, viviГі y muriГі en Greybull. Los otros dos asesinatos ocurrieron en los pueblos de Brinkley y Denison. Riley podГ­a ver que todos los pueblos quedaban a unas cien millas el uno del otro.

Riley cerrГі el mapa y mirГі los periГіdicos de nuevo.

Una gran titular gritaba...

ВЎASESINO DE LA CAJA DE FГ“SFOROS COBRA SU TERCERA VГЌCTIMA!

Se estremeciГі un poco.

SГ­, recordГі haber visto ese titular hace muchos aГ±os.

El artГ­culo describiГі el pГЎnico que los asesinatos habГ­a desatado en toda la zona, sobre todo entre las mujeres jГіvenes.

SegГєn el artГ­culo, el pГєblico y la policГ­a estaban haciГ©ndose las mismas preguntas:

ВїCuГЎndo y dГіnde volverГ­a a atacar?

ВїQuiГ©n serГ­a su prГіxima vГ­ctima?

Pero no habГ­a habido una cuarta vГ­ctima.

“¿Por qué?”, se preguntó Riley.

Era una pregunta que la policГ­a no habГ­a podido responder.

El asesino habГ­a parecido un asesino en serie despiadado, del tipo que probablemente seguirГ­a matando hasta ser atrapado. En su lugar, simplemente habГ­a desaparecido. Y su desapariciГіn habГ­a sido igual de misteriosa que los asesinatos en sГ­.

Riley comenzГі a estudiar minuciosamente las viejas fichas policiales para refrescar su memoria.

Las vГ­ctimas parecГ­an no estar relacionadas. El asesino habГ­a seguido el mismo modus operandi en los tres asesinatos. CoqueteГі con mujeres jГіvenes en bares, las llevГі a unos moteles y luego las matГі. DespuГ©s enterrГі sus cuerpos en tumbas poco profundas cerca de las escenas de los crГ­menes.

A la policГ­a local no le costГі localizar los bares donde el asesino coqueteГі con las mujeres, ni los moteles donde fueron asesinadas.

Como hacГ­an los otros asesinos en serie, dejГі pistas para la policГ­a.

DejГі cajas de fГіsforos de los bares y papel para notas de los moteles junto con cada uno de los cuerpos.

Los testigos en los bares y moteles hasta fueron capaces de dar unas buenas descripciones del sospechoso.

Riley encontrГі el boceto que fue creado hace aГ±os.

Vio que el hombre se veГ­a bastante normal, con pelo color marrГіn oscuro y ojos color avellana. Al leer las descripciones de los testigos, se dio cuenta de algunos detalles mГЎs. Los testigos mencionaron que era muy pГЎlido, como si trabajara en ambientes cerrados.

Las descripciones no eran muy detalladas. Aun asГ­, le pareciГі a Riley un caso no tan difГ­cil de resolver. Pero lo fue. La policГ­a local nunca encontrГі al asesino. La UAC se encargГі del caso, solo para concluir que el asesino habГ­a muerto o abandonado la zona. Hacer una bГєsqueda a nivel nacional serГ­a como buscar una aguja en un pajar, una aguja que quizГЎs ni existГ­a.

Pero hubo un agente, un maestro en la resoluciГіn de casos sin resolver, que no estuvo de acuerdo.

“Todavía está en la zona”, le había dicho a todo el mundo. “Lo podremos encontrar si solo seguimos buscando”.

Pero sus jefes no le creyeron, y tampoco lo respaldaron. La UAC dejГі que el caso se enfriara.

Este agente se retirГі de la UAC hace aГ±os y se mudГі a Florida. Pero Riley sabГ­a cГіmo comunicarse con Г©l.

TomГі su telГ©fono de escritorio y marcГі su nГєmero.

Un momento despuГ©s, oyГі una voz retumbante y familiar. Jake Crivaro fue su compaГ±ero y mentor cuando se uniГі a la UAC.

“Hola, extraña”, dijo Jake. “¿Dónde demonios has estado? ¿Qué has estado haciendo? No llamas, tampoco escribes. ¿Es esa la forma de tratar al vejestorio olvidado que te enseñó todo lo que sabes?”.

Riley sonriГі. Ella sabГ­a que estaba bromeando. DespuГ©s de todo, se habГ­an visto hace poco. Jake hasta habГ­a abandonado la comodidad de su jubilaciГіn para ayudarla con un caso hace apenas un par de meses.

No le preguntó: “¿Cómo has estado?”.

RecordГі lo que le dijo la Гєltima vez que se lo preguntГі.

“Tengo setenta y cinco años. Me operaron ambas rodillas y una cadera. No veo nada. Tengo un audífono y un marcapasos. Y todos mis amigos excepto tú han muerto. ¿Cómo crees que he estado?”.

Preguntarle solo harГ­a que comenzara a quejarse de nuevo.

La verdad era que todavГ­a era fГ­sicamente ГЎgil, y su mente estaba igual de aguda como siempre.

“Necesito tu ayuda, Jake”, dijo Riley.

“Excelente. La jubilación es lo peor. ¿Qué puedo hacer por ti?”.

“Estoy investigando un caso sin resolver”.

Jake se rio un poco.

“Mis favoritos. Los casos sin resolver fueron mi especialidad. Lo siguen siendo, es un pasatiempo. Incluso en mi jubilación recopilo y reviso cosas que nadie ha resuelto. ¿Recuerdas al asesino �Cara de ángel’ de Ohio? Resolví ese hace un par de años. Llevaba más de una década enfriado”.

“Sí, lo recuerdo”, dijo Riley. “Excelente trabajo para un vejestorio”.

“La adulación te llevará lejos. Entonces, ¿qué tienes para mí?”.

Riley vacilГі. SabГ­a que estaba a punto de despertar recuerdos desagradables.

“Este caso fue uno de los tuyos, Jake”, dijo.

Jake se quedГі callado por un momento.

“No me digas”, dijo. “El caso del �Asesino de la caja de fósforos’”.

Riley casi le preguntó: “¿Cómo lo sabes?”.

Pero era fГЎcil adivinar la respuesta.

Jake estaba obsesionado con los fracasos del pasado, sobre todo los suyos. Sin duda estaba muy consciente del aniversario de la muerte de Tilda Steen. Probablemente tambiГ©n se acordaba de los aniversarios de las muertes de las otras vГ­ctimas. Riley supuso que probablemente lo atormentaban todos los aГ±os.

“Eso fue antes de tu tiempo”, dijo Jake. “¿Por qué quieres sacar a relucir todo eso?”.

OyГі la amargura en su voz, la misma amargura que recordГі haber oГ­do cuando ella todavГ­a era una joven novata. HabГ­a estado furioso porque sus superiores habГ­an ordenado cerrar el caso. Su jubilaciГіn no habГ­a apaciguado su amargura.

“Sabes que llevo años comunicándome con la madre de Tilda Steen”, dijo Riley. “Hablé con ella ayer. Esta vez...”.

Se detuvo. ВїCГіmo podГ­a ponerlo en palabras?

“Fue más difícil para mí. Si nadie hace nada, la pobre mujer morirá sin que el asesino de su hija comparezca ante la justicia. No estoy trabajando en ningún otro caso y yo...”.

Su voz se quebrГі.

“Sé exactamente cómo te sientes”, dijo Jake, su voz repentinamente compasiva. “Esas tres mujeres asesinadas merecían algo mejor. Sus familias merecían algo mejor”.

Riley se sintiГі aliviada de que Jake compartiera sus sentimientos.

“No puedo hacer mucho sin el apoyo de la UAC”, dijo Riley. “¿Crees que haya una manera para poder reabrir el caso?”.

“No lo sé. Tal vez. Manos a la obra”.

Riley podГ­a oГ­r los dedos de Jake tecleando en su computadora mientras buscaba sus propios archivos.

“¿Qué salió mal cuando tú trabajaste en él?”, preguntó Riley.

“Todo. Mis teorías no encajaron con las de los demás en la UAC. La zona era bastante rural en aquel entonces, solo eran unos pueblitos. A pesar de ello, había un montón de vagabundos a lo largo de una carretera interestatal que queda cerca de Richmond. La Oficina decidió que debió haber sido algún vagabundo. Mi instinto me dijo algo diferente, que vivía en la zona y que podría vivir allí todavía. Pero a nadie le importó mis instintos”.

Mientras estaba tecleando, dijo: “Podría haberlo resuelto hace años si no hubiese sido por mi compañero inútil”.

Riley habГ­a oГ­do hablar del compaГ±ero incompetente de Jake, quien habГ­a sido despedido antes de que Riley se uniera a la UAC.

Ella dijo: “Me dijeron que arruinaba todo lo que tocaba”.

“Sí, literalmente. En uno de los bares, tomó un vaso que el asesino había tocado y no pudimos buscar huellas”.

“¿No se encontraron huellas en las servilletas ni en las cajas de fósforos?”.

“No después de haber sido cubiertas de tierra en las tumbas pocos profundas. El chico metió la pata. Debió haber sido despedido en ese mismo momento. Sin embargo, no duró mucho más. Lo último que supe es que estaba trabajando en una tienda. Adiós y hasta nunca”.

Riley notГі que Jake habГ­a dejado de teclear. Supuso que ahora tenГ­a todos sus materiales a la mano.

“OK, ahora cierra los ojos”, dijo Jake.

Riley cerrГі los ojos y sonriГі. Iba a hacerla pasar por el mismo ejercicio que les habГ­a enseГ±ado a sus alumnos. Г‰l se lo habГ­a enseГ±ado despuГ©s de todo.

Jake dijo: “Tú eres el asesino, pero no has matado a nadie todavía. Acabas de entrar en el Bar McLaughlin en Brinkley, y acabas de presentarte a una chica llamada Melody Yanovich. Han coqueteado bastante, y las cosas van bien”.

Ella comenzГі a ver las cosas desde el punto de vista del asesino. La escena se estaba desarrollando en su mente.

Jake dijo: “Hay un pequeño bol de cajas de fósforos en la barra. En pleno coqueteo, agarras una y te la metes en el bolsillo. ¿Por qué?”.

Riley casi podГ­a sentir la pequeГ±a caja de fГіsforos entre sus dedos. Se imaginГі metiГ©ndosela en el bolsillo de su camisa.

“Pero ¿por qué?”, se preguntó.

Cuando el caso habГ­a estado abierto, se habГ­a producido una teorГ­a bastante prГЎctica para explicarlo. El asesino habГ­a dejado cajas de fГіsforos de los bares y papel para notas de los moteles en los cuerpos de las vГ­ctimas para burlarse de la policГ­a.

Pero ahora entendiГі que Jake no creГ­a eso.

Y ahora ella tampoco lo creГ­a.

Ella dijo: “Ni siquiera sabía que iba a matarla, al menos no cuando estuvo en el Bar McLaughlin, no esa primera vez. Tomó la caja de fósforos como recuerdo de su inminente conquista, un trofeo para el buen momento que esperaba tener”.

“Excelente”, dijo Jake. “¿Y después qué pasó?”.

Riley podГ­a visualizar claramente el asesino ayudando a Melody Yanovich a bajarse de su auto y escoltГЎndola a la habitaciГіn del motel.

“Melody estaba dispuesta, y él se sentía seguro. Tan pronto como llegaron a la habitación, ella se dirigió al baño para prepararse. Mientras tanto, tomó papel para notas con el logo del motel por la misma razón por la cual tomó la caja de fósforos, como un recuerdo. Luego se quitó la ropa y se metió bajo las sábanas. Melody salió del baño...”.

Riley hizo una pausa para obtener una imagen mГЎs clara.

ВїLa mujer habГ­a estado desnuda en ese momento?

“No, no exactamente”, pensó Riley.

“Melody salió con una toalla envuelta alrededor de su cuerpo. En ese momento comenzó a inquietarse. Había tenido problemas sexuales en el pasado. ¿Tendría problemas de nuevo? Melody se metió en la cama con él, se quitó la toalla y...”.

“¿Y?”, dijo Jake.

“Y supo en ese momento que no podía hacerlo. Estaba avergonzado y humillado. No podía permitir que la mujer se escabullera sabiendo que había fallado. Se enfureció en ese momento. Esa furia acabó con su humanidad. La agarró por el cuello y la estranguló en la cama. Murió muy rápidamente. Su rabia se disipó, se dio cuenta de lo que había hecho y se sintió muy culpable. Y...”.

El resto del crimen se reprodujo en la mente de Riley como una pelГ­cula. El asesino no solo habГ­a enterrado a las vГ­ctimas en tumbas poco profundas, sino que tambiГ©n las habГ­a enterrado cerca de calles y carreteras. SabГ­a perfectamente que los cuerpos serГ­an encontrados. De hecho, se asegurГі de que fuera asГ­.

Los ojos de Riley se abrieron de golpe.

“Entiendo, Jake. Cuando tomó las cajas de fósforos y los trozos de papel para notas, solo eran recuerdos para él. Pero, después de los asesinatos, las utilizó para algo diferente. Las dejó con los cuerpos para ayudar a la policía, no para burlarse. Quería ser atrapado. No tuvo el valor para entregarse, así que dejar pistas fue lo mejor que pudo hacer”.

“Ya captaste”, dijo Jake. “Para mí, los primeros dos asesinatos fueron exactamente así. Ahora échale un vistazo al resumen del último asesinato”.

Riley mirГі el informe en la pantalla de su computadora.

“¿En qué se diferenció de los otros?”, preguntó Jake.

Riley escaneГі el texto. No vio nada distinto.

“Enterró a Tilda Steen completamente vestida. Parece que no intentó tener relaciones sexuales con ella en absoluto”.

Jake dijo, “Ahora dime lo que dice de la causa de muerte de las tres víctimas”.

Riley encontrГі eso rГЎpidamente en el texto.

“Estrangulamiento”, dijo. “Igual para las tres”.

Jake gruГ±Гі con consternaciГіn.

“Ahí es donde se equivocaron los locales”, dijo. “Las dos primeras, Melody Yanovich y Portia Quinn, definitivamente fueron estranguladas. Pero me enteré del médico forense que el cuello de Tilda Steen no presentó hematomas. Ella fue asfixiada, más no estrangulada. ¿Qué te dice eso?”.

El cerebro de Riley comenzГі a procesar esta nueva informaciГіn.

Ella cerrГі los ojos otra vez, tratando de imaginarse la escena.

“Algo pasó cuando metió a Tilda en esa habitación de motel”, dijo Riley. “Le confió algo, tal vez algo que jamás le había contado a nadie. O tal vez le dijo algo sobre sí mismo que él quería oír. De repente se volvió...”.

Riley se detuvo.

Jake dijo: “Continúa. Dilo”.

“Humana. Se sintió culpable por lo que iba a hacer. Y retorcidamente...”.

Le tomГі a Riley un momento organizar sus pensamientos.

“Decidió matarla como un acto de piedad. No la estranguló con sus manos. Lo hizo suavemente. Él la dominó en la cama y la asfixió con una almohada. Se sintió tan lleno de remordimiento que...”.

Riley abriГі los ojos.

“... jamás mató de nuevo”.

Jake dejГі escapar un gruГ±ido de aprobaciГіn.

“Yo llegué a esa misma conclusión en ese entonces”, dijo. “Todavía creo que tengo razón. Creo que todavía está en esa área, y que todavía se siente atormentado por lo que hizo hace todos esos años”.

Una palabra comenzГі a hacer eco en la mente de Riley...

Remordimiento.

Algo le pareciГі evidente en ese momento.

Sin detenerse a pensar, dijo: “Todavía está lleno de remordimientos, Jake. Y apuesto a que deja flores en las tumbas de las mujeres”.

Jake se rio.

“Bien pensado”, dijo. “Eso es lo que siempre me agradó de ti, Riley. Entiendes la psicología, y sabes cómo usarla para poner un plan en acción”.

Riley sonriГі.

“Aprendí del mejor”, dijo.

Jake le dio las gracias por el cumplido, luego ella le dio las gracias a Г©l por su ayuda y finalizaron la llamada. Ella se quedГі sentada en su oficina pensando.

“Ahora depende de mí”.

TenГ­a que cazar al asesino y llevarlo ante la justicia de una vez por todas.

Pero sabГ­a que no podГ­a hacerlo sola.

Necesitaba ayuda para lograr que la UAC reabriera el caso.

CorriГі al pasillo y se dirigiГі a la oficina de Bill Jeffreys.




CAPГЌTULO OCHO


Bill Jeffreys estaba disfrutando de una maГ±ana inusualmente tranquila en la UAC cuando su compaГ±era irrumpiГі en su oficina. Inmediatamente reconociГі la expresiГіn en su rostro. AsГ­ se veГ­a cuando estaba emocionada por un nuevo caso.

Hizo un gesto hacia la silla en el otro lado de su escritorio, y Riley se sentГі. Pero a medida que escuchaba su descripciГіn de los homicidios con atenciГіn, Bill se sintiГі un poco perplejo por su entusiasmo. A pesar de ello, no hizo ningГєn comentario mientras ella le dio el resumen completo de su conversaciГіn telefГіnica con Jake.

“Entonces, ¿qué te parece?”, le preguntó a Bill cuando terminó.

“¿Qué me parece qué?”, preguntó Bill.

“¿Quieres trabajar en el caso conmigo?”.

Bill estaba indeciso.

“Claro que me gustaría, pero... Bueno, el caso ni siquiera está abierto. No depende de nosotros”.

Riley respiró profundamente y dijo con cautela: “Esperaba que ambos pudiéramos hacer algo al respecto”.

A Bill le tomГі un momento entender quГ© querГ­a decir. Entonces sus ojos se abrieron y negГі con la cabeza.

“No, Riley”, dijo. “Esto es cosa del pasado. Meredith no estará interesado en reabrir el caso”.

VeГ­a que ella tambiГ©n tenГ­a dudas, pero estaba tratando de ocultarlo.

“Tenemos que intentarlo”, dijo. “Podemos resolver este caso. Lo sé. Los tiempos han cambiado, Bill. Tenemos nuevas herramientas a nuestra disposición. Por ejemplo, las pruebas de ADN estaban en pañales en ese entonces. Ahora las cosas son diferentes. No estás trabajando en otro caso en este momento, ¿cierto?”.

“No”.

“Yo tampoco. ¿Por qué no lo intentamos?”.

Bill mirГі a Riley con preocupaciГіn. En menos de un aГ±o, su compaГ±era habГ­a sido reprendida, suspendida, e incluso despedida. Su carrera estuvo en peligro varias veces. Lo Гєnico que la habГ­a salvado era su extraГ±a habilidad para encontrar a su presa, a veces de maneras poco ortodoxas. Esa habilidad, y el hecho de que Г©l la habГ­a encubierto de vez en cuando, eran las razones por las cuales seguГ­a en la UAC.

“Riley, eso causará problemas”, dijo. “No busques problemas donde no los hay”.

Vio la mueca que hizo ante lo que dijo y de inmediato se arrepintiГі de su elecciГіn de palabras.

“Está bien si no quieres hacerlo”, dijo ella, levantándose de su silla, dándose la vuelta y dirigiéndose a la puerta de su oficina.



*



Riley odiaba esa frase. “No busques problemas donde no los hay”.

DespuГ©s de todo, ella estaba acostumbrada a agitar las cosas. Y sabГ­a perfectamente bien que era una de las cosas que la hacГ­an una buena agente.

Estaba a punto de salir de la oficina cuando Bill le dijo: “Espera. ¿Adónde vas?”.

“Creo que ya lo sabes”, respondió.

“¡Está bien! ¡Ya voy!”.

Ella y Bill corrieron por el pasillo hacia la oficina del jefe de equipo, Brent Meredith. Riley tocó la puerta de su jefe, y oyeron una voz ronca decir: “Adelante”.

Riley y Bill entraron a la oficina espaciosa de Meredith. Como siempre, el jefe de equipo tenГ­a una presencia intimidante con su gran fГ­sico y sus rasgos negros y angulosos. Г‰l estaba encorvado sobre su escritorio estudiando unos informes detenidamente.

“Sean breves”, dijo Meredith, sin levantar la mirada de su trabajo. “Estoy ocupado”.

Riley ignorГі la expresiГіn de preocupaciГіn que Bill tenГ­a en el rostro y se sentГі audazmente junto al escritorio de Meredith.

Ella dijo: “Jefe, el agente Jeffreys y yo queremos reabrir un caso sin resolver, y nos preguntábamos si...”.

TodavГ­a concentrado en los papeles, Meredith la interrumpiГі.

“No”.

“¿Qué?”, dijo Riley.

“Solicitud denegada. Ahora discúlpenme, pero tengo trabajo por hacer”.

Riley se quedГі sentada. Se sintiГі momentГЎneamente obstaculizada.

Luego dijo: “Acabo de hablar por teléfono con Jake Crivaro”.

Meredith levantГі la cabeza y la mirГі. Una sonrisa se formГі en sus labios.

“¿Cómo está el viejo Jake?”, preguntó.

Riley tambiГ©n sonriГі. Ella sabГ­a que Jake y Meredith habГ­an sido amigos cercanos en aquel entonces en la UAC.

“Malhumorado”, dijo Riley.

“Siempre lo fue”, dijo Meredith. “Ese viejo bastardo era intimidante”.

Riley reprimiГі una risita. Era cГіmico que a Meredith le pareciera alguien intimidante. Riley jamГЎs se habГ­a sentido intimidada por Jake.

Ella dijo: “Ayer fue el vigésimo quinto aniversario del último asesinato del �Asesino de la caja de fósforos’”.

Meredith se volviГі hacia ella en su silla, comenzando a verse interesado.

“Recuerdo ese caso”, dijo. “Jake y yo éramos agentes de campo en aquel entonces. Nunca superó no haber podido resolverlo. Hablamos mucho de eso”.




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